Roberto Bautista sube un peldaño más en su impresionante carrera tenística. El de Benlloch, a sus 31 años, logra un nuevo hito: ser top-10. Y, ojo, porque aún puede mejorar su ránking a medio plazo, con vistas al US Open.

Rober ya está en los cuartos de final del Western&Southern Open de Cincinnati (Ohio, EEUU), un torneo Masters 1.000 donde perseguía un doble objetivo: mejorar la clasificación con la que llegó (11º, que ya marcaba su tope) y dar un paso de gigante cara a asegurar su presencia en la Copa Masters. Además, tiene un cuadro despejado, por lo que podría plantarse en la final.

TRIUNFO SIMBÓLICO... Y FÁCIL // La victoria con la que establece un nuevo mejor ránking personal fue de las más plácidas de las casi ya 300 que ostenta en el circuito profesional. Bautista doblegó al joven serbio Miomir Kecmanovic (58º del mundo), una de las revelaciones del año, en dos mangas: 6-1 y 6-2. Solamente tuvo que estar en pista 59 minutos: tal vez por ello, no celebró por todo lo alto esta simbólica victoria.

Este viernes se las verá con el francés Richard Gasquet (56º), que poco antes le había hecho un favor enorme: eliminar al argentino Diego Schwartzman (24º), el único que podía evitar su ascenso en el olimpo tenístico, entre los 10 primeros del mundo.

Pocas horas antes (en España, durante la madrugada del miércoles al jueves), el castellonense había derrotado a otra joven promesa, el estadounidense Frances Tiafoe (52º de la ATP), por 6-3, 3-6, 6-1 en una hora y 46 minutos.

Rober, el jugador con más clasificaciones a cuartos de final de la temporada (10, las mismas que el griego Stefanos Tsitsipas y una más que el balear Rafa Nadal), se convierte en el 21º español que se asoma al top-10, primero desde que Pablo Carreño lo consiguiese en septiembre del 2017.

Vencedor de nueve títulos en las 16 finales que ha alcanzado, ha derrotado en dos ocasiones a un número 1 (en ambos casos, al serbio Novak Djokovic), ha ganado la medalla de oro en los Juegos Mediterráneos de Pescara 2009, logró un doble diploma olímpico en los juegos de Río 2016, fue campeón de Europa sub-14 (2002), campeón de Europa sub-16 y de la Copa Davis júnior con el equipo español... Son solo algunos de sus grandes hitos. Unos éxitos, basados en la constancia y la perseverancia, que le llegan con 31 años (es uno de los tenistas más veteranos en meterse entre los 10 primeros de la clasificación mundial), después del carrusel de emociones y sensaciones que ha vivido en los últimos tiempos, como la muerte de su madre en mayo del 2018. Un 2019 que además de recordar por ser el del cénit --por ahora-- de su carrera, será inolvidable, con el próximo enlace matrimonial.