Cristiano Ronaldo ratificó ayer, en un juicio en la Audiencia Provincial de Madrid, el acuerdo de conformidad con la Fiscalía, por el que ha sido condenado a 23 meses de prisión --que no cumplirá-- y a una multa de 18,8 millones de euros por eludir el pago de 5,7 millones a Hacienda.

El exdelantero del Real Madrid, ahora en la Juventus, admitió los hechos ante el tribunal en un juicio que duró unos minutos, al tratarse de una formalidad tras el acuerdo alcanzado entre la defensa del jugador y la Fiscalía. De esta forma, el portugués acepta una condena como autor de cuatro delitos fiscales entre 2011 y 2014, por los que defraudó 5,7 millones de euros al fisco relativos al Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).

‘PASEÍLLO’ EN LA ENTRADA // Ronaldo llegó tranquilo y sonriente delante de los medios, acompañado de su pareja, Georgina Rodríguez, con la que fue de la mano. El delantero compareció antes de la hora, firmando un autógrafo a un seguidor apostado entre los periodistas. La Presidencia de la Audiencia Provincial de Madrid había rechazado el lunes la solicitud de Cristiano de adoptar medidas de seguridad en su acceso al edificio, lo que le obligaba a entrar a pie por la puerta principal para acudir al juicio.

Según el fiscal, el luso ocasionó un perjuicio a la Hacienda Pública de 5.717.174 euros. De dicha cantidad, a fecha del pasado 13 de julio, el acusado había ingresado en la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT) 5.698.411,70 euros y otro millón más (1.090.632,41 euros) en pago por los intereses de demora generados hasta ese día con la que la deuda penal, para la Fiscalía, queda ya satisfecha.

Un juzgado de Pozuelo de Alarcón instruyó la causa por un presunto delito contra la Hacienda Pública, ante la posible existencia de una infracción penal. La Fiscalía subrayó que el denunciado se había aprovechado de una estructura societaria creada en el 2010 para ocultar al fisco las rentas generadas en España por los derechos de imagen, algo que supone un incumplimiento «voluntario» y «consciente» de sus obligaciones fiscales en España.