Ya había vivido una experiencia en la Fed Cup y además con más protagonismo, pero estoy convencido que Sara Sorribes no cambiará por nada su debut en Argentina hace un año por las sensaciones vividas en Lleida esta pasada semana. El motivo es que no todos los días se puede formar parte del equipo que consigue devolver a España a la élite.

La valldeuxense se lo ha ganado a pulso, situándose entre las mejores jugadoras españolas del momento, y cuajando una gran actuación en los torneos en los que está tomando parte. Esto ha sido decisivo para que Conchita Martínez, la capitana del equipo, no se lo haya pensado para convocarla para una eliminatoria trascendental pese a que hay jugadoras mejor clasificadas que ella en el ránking.

Pero Sorribes tiene muchas ganas de seguir aprendiendo y de mejorar. Es muy joven, tiene 19 años, y pese a ello muestra una gran madurez, que es otra de las facultades que ha visto la capitana de la Roja para haber apostado por ella tanto hace una año en Argentina como esta vez, en la que estaba en juego el ascenso al Grupo Mundial.

En Lleida, la valldeuxense solo pudo disfrutar de unos minutos en la pista. Jugó el dobles con Anabel Medina, pero la lesión de Francesca Schiavone provocó que solo disputasen dos juegos.

La eliminatoria ya estaba decidida en ese momento, pero a la número uno provincial nadie le quitará la experiencia de haber estado en un momento histórico del tenis español. Ahora espera estar en otros, pero en la élite. H