El TAU Castelló puso fin a la temporada tras perder en el cuarto encuentro de la primera eliminatoria del play-off de ascenso a la ACB. Pero lo hizo dando la cara, como ha sucedido toda la campaña. Los pupilos de Toni Ten nunca se rinden y no lo podían hacer ante una afición que volvió a demostrar la pasión por su equipo desde la grada. Llevaron en volandas al equipo, que tuvo una tardía reacción y pudo voltear el marcador adverso, pero el Melilla no se puso nervioso en los momentos decisivos y aguantó para acabar imponiéndose por 66-73.

Y es que tras ir durante todo el encuentro a remolque, con desventajas casi siempre superiores a los 10 puntos, el TAU Castelló salió a por todas en el último cuarto, al que se había llegado con 49-62 para los visitantes. Remontar 13 puntos a un equipo de la entidad del Melilla no es nada sencillo, pero había que intentarlo. Más complicado se puso cuando la primera canasta fue para el rival (49-64), pero un parcial de 12-0 en poco menos de cinco minutos dejó el marcador en 61-64.

Restaban más de cuatro minutos y el sueño de forzar el quinto encuentro estaba más cerca. Pero el Melilla rompió su mala racha con dos tiros libres y otra canasta, que le devolvían a una relativa tranquilidad. Entró el partido en una fase de desacierto por parte de ambos, que estuvieron más de dos minutos sin anotar y fuero los locales, con un triple de Faner y una canasta de Nkaloulou, quienes volvieron a acercarse (66-68). Restaban 36 segundos, pero no se pudo lograr el milagro.

floja primera parte / Durante toda la eliminatoria, Ten ha incidido en la importancia de que para ganar los partidos no debían ser de muchos puntos. Y en la primera parte, los castellonenses no lograron frenar las acometidas del Melilla, aunque en los primeros compases, con una defensa en zona, llegaron a ir por delante en el marcador, pero los visitantes tenían la lección aprendida del viernes y controlaron las rápidas salidas en transición. El primer cuarto terminó con 12-15.

Fue en el periodo siguiente en el que sucedió lo que el técnico siempre ha intentado evitar, puesto que el Melilla anotó 28 puntos en 10 minutos. Además, a los de la capital de la Plana, aunque al final se fueron a los 19 puntos, les costaba mucho anotar y vieron cómo el rival se marchaba en el electrónico, con un espectacular Edu Durán, que con dos triples consecutivos y dos tiros libres puso el 19-30. Tiempo muerto de Ten, pero la situación no se arregló y al descanso se llegó con un claro 31-43. Eso sí, los árbitros tampoco ayudaron.

Para tratar de tener opciones había que reaccionar tras el paso por los vestuarios, pero en el tercer cuarto se mantuvo la tónica y el Melilla reaccionaba cada vez que los castellonenses se ponían a menos de 10 puntos. La mejoría en la recta final hizo creer en el milagro, pero no pudo ser.