Después de soñar despiertos desde que arrancó el 2019, superadas gestas inconcebibles al inicio de temporada y con todo de cara tras la victoria en la ida, 0-1 en Inglaterra, la afición de Ajax podrá presenciar por primera vez esta temporada una resolución de una eliminatoria de la Liga de Campeones, la que dará acceso a una final histórica tanto para los holandeses, reverdeciendo éxitos que se creían extintos hasta ahora, como para el Tottenham, camino a su primera final de la Champions.

El Ajax, sin ausencias, viene de ganar la final de la Copa con suficiencia, 4-0 ante el Willem II, y con rotaciones de Veltman, Shöne y Neres. Ten Hag sigue fiel a su estilo, con De Jong y De Ligt a la cabeza de los vertiginosos jóvenes que han encandilado a Europa. El equipo de Londres continúa su perpetua pelea con las bajas, una lista encabezada por Harry Kane. La vuelta de Son relega a Llorente a solución desde el banquillo y dota al equipo de una verticalidad y una definición que echó en falta en la ida. Pochettino podrá formar en defensa con Vertonghen, apto para jugar, con una máscara protectora, tras retirarse en la ida con un golpe en la nariz.