El Almazora viene de ocasionar la primera herida al Castellón que, para frenar la hemorragia de puntos de esta semana (ya se ha dejado cinco, entre el empate en Paterna y la derrota en el derbi), busca un triunfo redentor en el Enrique Miralles (18.00 horas). Las cámaras de Televisión de Castellón Mediterráneo serán testigo de como los albinegros buscan tres puntos que, sobre todo, servirían para cicatrizar los efectos de ese doloroso 0-1.

El vestuario apostaba por arrancar con un pleno a los 12 puntos, pero, curiosamente, han ido a tropezar ante los dos equipos más asequibles de este arranque liguero, lo que ha supuesto un jarro de agua fría a la afición. La primera derrota ha llegado más pronto y en un contexto inesperado, pero ha llegado, así que ahora toca gestionarla. Por parte de todos los estamentos del club.

Desde el banquillo, Castelló habrá analizado, entre vídeos de los rivales, cómo mejorar la versión de un equipo que no termina de estar a la altura de las expectativas. De los excelentes 45 minutos iniciales ante el Buñol, a prácticamente no hacer ni cosquillas a un Almazora que le desmontó de la forma más simple: barraca y contraataque exitoso en el 92’.

ROTACIONES // Lo que más ha traído cola de ese bofetón, que debe devolver a todo el mundo a la realidad de lo que significa esta categoría, son las rotaciones. Hasta siete cambios hubo respecto al equipo que, tres días antes, había empatado en Paterna. La apuesta le salió mal y su política de la gestión de la plantilla le ha pasado factura. El caso es que el Castellón que comparezca esta tarde en Crevillente se asemejará más al de Paterna que el que el bocairentí alineó contra el Almazora.

Jugadores que se quedaron fuera el miércoles, como, Marenyà y Javi Serra, apuntan a titulares (de otra forma, no tiene sentido que los reservase). Lo mismo sucede con Dealbert, Cubillas e Iván Sales, que estuvieron el miércoles, inicialmente, en el banquillo, todos ellos tienen opciones de recuperar un sitio entre los elegidos.

Lo más probable es que el Castellón ponga en liza un sistema con cuatro zagueros y dos futbolistas por el medio, teniendo que decidir si pone a dos mediapuntas y un delantero o viceversa.

El Crevillente espera hurgar en la herida, aunque lo hará sin Lolo Ivars (sancionado), pero sí con Óscar Fornés o Víctor Gomis.