La tenacidad de Roberto Bautista, esa fe inquebrantable que le lleva a no tirar la toalla incluso en las situaciones más adversas, le condujo hacia una de las victorias de mayor prestigio. El castellonense ya está en los octavos de final del Masters 1.000 de Miami, donde nunca había llegado tan lejos, tras una dura batalla frente a Jo-Wilfried Tsonga bajo un sol de justicia, resuelta al cabo de dos horas y 28 minutos, lo que dieron de sí las tres mangas: 6-2 para el francés, 6-3 y 7-6 (3) para Rober.

Como en enero en Auckland (entonces, en semifinales), Tsonga empezó arrasando, pero terminó por ceder ante la resistencia del castellonense, que saldrá con un mejor ránking con el que llegó (18º). El próximo escollo también es de aúpa: el japonés Kei Nishikori había vencido antes a Alexandr Dolgopolov por un doble 6-2 (el sexto cabeza de serie del torneo no tuvo ningún problema en apartar al ucraniano).

Es su quinta victoria de Bautista frente a un top-10, segunda ante el número 1 de Francia. Confirma así un brillante arranque de temporada, en el que ya ostenta dos títulos (Auckland y Sofía).

DE MENOS A MÁS // En el primer set, el español no estuvo cómodo sobre la pista y solo convirtió en puntos el 59% de sus primeros servicios, mientras que su rival llegó al 83%. Bautista apenas le inquietó: no tuvo ninguna opción de break y tenía que esforzarse por no dejar escapar los suyos.

Ya en la segunda manga, Rober aumentó la mordiente de sus golpes y buscó con mayor éxito el revés de su rival. Así mejoró notablemente su desempeño y los dos tenistas retuvieron sus respectivos servicios hasta que, en el octavo juego, Bautista rompió el saque a Tsonga (3-5), break que confirmó en el siguiente juego.

En la manga definitiva (71 minutos), el castellonense mantuvo su nivel y estuvo cerca de romper en dos ocasiones el servicio al galo, que en ambas tiró de dos aces para salir del atolladero. En la muerte súbita, el castellonense ya desarboló a su oponente (llegó a tener un 6-0 a favor). H