El Barça de la temporada 2007-08 empató en Santander y en Pamplona, ¡ganó al Levante (1-4)!, perdió en Vila-real, empató en Valladolid y sucumbió en Getafe. Sumó 6 puntos de los 18 posibles. Fue una prueba evidente, clara, palpable, de que la última temporada de Frank Rijkaard, la quinta, sobraba. Fue una propina por el propósito de enmienda de algunas vacas sagradas (Ronaldinho, Deco, Etoo, Márquez, Henry...) de haber dejado escapar una Liga y una final de Copa (con 4-0 en Getafe) por indolencia.

El Barça de la temporada 2019-20 ha perdido en Bilbao y Granada, ha empatado en Pamplona, ha ganado en Getafe y en Eibar y ha perdido con el Levante. Ha obtenido 7 puntos de 18 posibles. El paralelismo con el más inmediato antecedente invita a pensar que este equipo emite las mismas señales de decadencia. De aquel equipo al actual, 11 años después, hay un nexo de unión: Leo Messi. Un testigo valioso de aquella degradación que vio alrededor. Eximido entonces de responsabilidad a sus 20 años por ser el valor emergente del vestuario, ahora le corresponde impedir que el Barcelona camine por la misma senda repitiendo los errores. Está obligado por su condición de capitán.

lesión del ‘9’ / Sin Luis Suárez, el Barça vuelve a quedarse sin delantero centro. Un problema vigente desde la campaña anterior, aunque Valverde aceptara la desastrosa elección de Kevin Prince Boateng como recambio. La segunda lesión que sufre el uruguayo en el sóleo de la pierna derecha no hace más que agravar la herida. El parte médico del club no precisó el diagnóstico de la lesión ni el pronóstico de baja. Con el reciente antecedente, podría descartarse que juegue este martes (18.55 h) ante el Slavia de Praga en Champions y el sábado ante el Celta para que se recupere bien en el parón de selecciones.

Y con Valverde más cuestionado, Ronald Koeman confirmó que tiene una cláusula que le libera del compromiso con la selección holandesa para poder fichar por el Barça tras la Eurocopa.