La destitución de Marcelino García Toral todavía colea en el vestuario del Valencia. Los jugadores estaban tan decepcionados con el club el pasado miércoles después de conocer el cese del entrenador que decidieron emprender una acción de protesta colectiva.

Los capitanes se sentían traicionados y, después de hablar con sus compañeros, se dirigieron al club esa misma tarde en caliente para comunicar que no estaban dispuestos a atender a los medios de comunicación. Incluso se negaron a participar en cualquier tipo de acto con los propios patrocinadores del Valencia CF.

La decisión de no hacer declaraciones se mantuvo y podría prolongarse hasta el debut de Champions League de mañana contra el Chelsea, aunque la UEFA es más estricta en política de comunicación. De momento, los jugadores no hicieron ningún tipo de declaración ni en zona mixta del Camp Nou ni siquiera para las televisiones con derechos.

El club informó la decisión a LaLiga asumiendo las consecuencias disciplinarias de la medida. Los jugadores no quieren dar explicaciones y son conscientes de que hablar públicamente significaría echar más leña al fuego y sin quererlo perjudicar al club. Algunos futbolistas, como Dani Parejo o Garay, ya expresaron su malestar en redes sociales.