¿Ha perdido el idilio con el buen fútbol el Villarreal para competir mejor? Existe un debate en la calle entre los más románticos del habitual juego de toque de la mejor etapa pellegrinista. Muchos añoran aquel fútbol preciosista que siempre ha caracterizado al Villarreal. ¿Se ha perdido la magia? Mi sensación es que ha existido una adaptación a las nuevas circunstancias, en la que es cierto que se ha tenido que sacrificar aquel fútbol preciosista de los mejores tiempos de Pellegrini, pero se ha logrado un equipo más sólido y con un mayor compromiso.

El actual Villarreal no juega tan bien como antes, una realidad creo que objetiva, pero considero que posee una riqueza táctica mayor; menos recursos técnicos, pero a la vez un futuro mucho más halagüeño. Un ejemplo de lo que apunto es la composición de un centro del campo con la fórmula Jonathan. Recuerdo que la presencia en el once del mexicano como falso interior derecho ha coincidido con los mejores resultados, una racha de imbatibilidad de 11 partidos y la sensación de un bloque más sólido y ganador. Pero lógicamente el juego ofensivo pierde una banda para atacar, lo que redunda en menos llegadas y menor preciosismo. Todo no puede ser.

Un futbolista como Cheryshev le hubiera dado esa dualidad ataque-defensa que necesita cualquier equipo y el Villarreal, por supuesto, también. Ha influido mucho que los dos hombres que debían potenciar el juego de bandas --Castillejo y Samu García-- no rendido a las altura de las pretensiones del club. Por ello, la fórmula Jonathan ha sido una solución inteligente y eficaz. Estoy convencido de que vamos a echar mucho de menos al mexicano y tocará inventar fórmulas alternativas para que el Villarreal siga siendo competitivo. Y aunque la brillantez no sea la misma, este equipo ha dado motivos para que su afición esté muy orgullosa.

FIDELIDAD DE LA AFICIÓN. El Madrigal ha registrado un considerable aumento de asistencia durante la temporada en curso. El dato de los 17.000 espectadores de media en las tres competiciones, más teniendo en cuenta que en la mayoría de los partidos los horarios no han sido los mejores, muestra un síntoma de claro crecimiento. Un 86% de la afición amarilla ha sido fiel y ha asistido a un 90% de los partidos, fallando solo dos o menos partidos. Aquí los números no engañan.

CANTERA ALBINEGRA. La situación económica de la entidad albinegra es tremendamente delicada y el primer equipo milita en Tercera, pero por lo menos su cantera ha salido del coma clínico en el que se encontraba. El fútbol base del CD Castellón tiene 20 equipos, que pese a las dificultades propias de una economía de guerra otorgan un atisbo de esperanza para un futuro próximo que pasa por un primer equipo compuesto por jugadores de la tierra. El filial, que dirige un futuro candidato al banquillo del primer equipo como es Fernando Campos, un técnico cualificado y preparado, navega con rumbo firme en Preferente; el juvenil en la máxima categoría y el cadete A con opciones de ascender a la liga autonómica. La mejoría ha sido evidente. Ahora solo resta que Kiko Ramírez consiga devolver al Castellón a 2ª B. La situación no está para tirar cohetes, porque la gestión económica de Blasco fue desastrosa con el consentimiento por omisión de Osuna, pero el club sigue vivo. Y vamos también a resaltar lo bueno, porque al Castellón le sobra negativismo a su alrededor. Con el GPS puesto sigo reclamando paz social para todo lo albinegro y menos santurrones predicadores de una fe que es de todos. Sí, de todos. PPO. H