André-Frank Zambo Anguissa llegó al hotel de concentración del Villarreal pasada la una de la tarde de ayer. Se hizo esperar tanto su llegada a tierras austriacas como su fichaje por el club amarillo, finalmente confirmado el pasado viernes tras el acuerdo alcanzado con el Fulham londinense para que el internacional camerunés vista la camiseta grogueta como mínimo hasta el 30 de junio del próximo año. Para poco antes de esa fecha la entidad amarilla debe decidir si afronta una contratación definitiva.

Estaba previsto que Zambo Anguissa —tras estampar su firma en Vila-real y pasar la revisión médica durante la jornada del viernes— se incorporara la noche anterior, pero las premuras de tiempo hicieron que el nuevo centrocampista del Submarino perdiera la conexión del vuelo en el aeropuerto de París y se viera obligado a pernoctar en la capital gala antes de poner rumbo hacia Bad Häring. El cúmulo de contratiempos continuó ayer mismo, después de que sus maletas se extraviaran en el aeropuerto de Frankfurt (Alemania) y tuviera que enfrentarse a los atascos en la carretera hasta poner punto y final a su accidentado viaje en el hotel Panorama Royal, donde está hospedado el equipo amarillo desde el jueves.

El centrocampista no pudo trabajar con sus compañeros en la primera de las dos sesiones de trabajo planificadas ayer por el cuerpo técnico. Zambo Anguissa apareció por la puerta de las instalaciones en las que se encuentra el equipo casi por sorpresa, con una bolsa, una cara de visible cansancio pero, a pesar de todo, con una sonrisa de oreja a oreja. El guardameta Andrés Fernández ejerció de improvisado recepcionista para darle la bienvenida antes de que llegará su buen amigo Toko Ekambi, el hombre que ha sido decisivo para que se decantara por la oferta del Villarreal.

UN NUEVO RETO / Como informó Mediterráneo, Zambo Anguissa ha firmado por una temporada con el Villarreal, que tiene una opción de compra no obligada por el futbolista de 23 años cifrada en 25 millones de euros, cinco menos de los 30 que pagó el Fulham por su fichaje hace solo un año al Olympique de Marsella. Después de un año bastante negativo para el internacional camerunés, tanto en el aspecto individual como en el colectivo, puesto que el Fulham descendió de categoría, el mediocentro pretende volver a tomar impulso en su carrera pero ahora vestido de amarillo. «El Villarreal me va a ayudar a ser mejor jugador y mejor en todos los aspectos», explicaba el nuevo mediocentro del Submarino.

Toko Ekambi lleva semanas convenciendo a su compatriota Zambo Anguissa de que su futuro estaba en Vila-real. «Durante la concentración para la Copa África Toko [Ekambi] me ha estado contando cómo era el Villarreal como club por dentro y explicándome todo lo que necesitaba saber para decidirme para venir a este equipo», aseguraba Zambo Anguissa en francés, con el delantero ejerciendo de improvisado traductor.

JUGADOR DE «LARGO RECORRIDO» / «Quería jugar en la Liga española, que es uno de los mejores campeonatos del mundo. En España se juega un fútbol muy técnico y el Villarreal es uno de los equipos que mejor lo interpreta», añadía el jugador cedido por el Fulham, que ya tenía algunas nociones del estilo de su nuevo equipo. «Ya conocía al Villarreal porque lo he visto jugar y sabía que era un club serio y organizado. Creo que es una buena elección para mí», aseveraba Zambo Anguissa, a la vez que se definía como un futbolista «técnico, de largo recorrido» y que recupera «muchos balones».

Javier Calleja ya tiene la añorada pieza que necesitaba para dotar de equilibrio a un centro del campo plagado de futbolistas con talento como Moi Gómez, Santi Cazorla, Manu Morlanes o Trigueros. Zambo Anguissa aportará a partir de ahora músculo y centímetros para compensar la medular del Submarino.