El Corte Inglés ha decidido el cierre de los centros comerciales menos rentables. Tras varios meses de puesta en venta de más de un centenar de activos, la dirección de la cadena de grandes almacenes podría profundizar en el plan de mejora del balance y avanzar un paso más en el ajuste, aunque fuentes de la cadena aseguran que en el marco de «un proceso sosegado» en el que se buscará la solución caso por caso. Según el plan acordado por el consejo de administración está prevista una reestructuración que supondrá el cierre, venta o transformación de al menos 25 puntos de venta este año, adelantó El Confidencial.

El nuevo plan de ajuste de la compañía no contempla despidos. La idea es que los 8.000 empleados afectados sean reubicados en otros centros comerciales rentables. La venta de lo que El Corte Inglés denomina «activos inmobiliarios no estratégicos» debería aportar al grupo entre 1.500 y 2.000 millones de euros, de un patrimonio global calculado en unos 18.000 euros. De las operaciones inmobiliarias se encarga una división concreta, creada el pasado año para liderar la reestructuración.

El objetivo de la gestión de la presidenta Marta Álvarez es mejorar las cuentas globales del grupo y aflorar en el balance la revalorización de activos que con el incremento de los precios inmobiliarios de los últimos años es elevada. El grupo El Corte Inglés alcanzó una cifra de negocios de 15.783 millones de euros en el último ejercicio fiscal, un 1,1% más que el año anterior, con un beneficio neto de 258,2 millones de euros, el 27,7% más que el ejercicio pasado, y un margen bruto de 4.696 millones (+1,5%).

Según avanzó El Confidencial, de los 25 centros de la lista de afectados, 15 serán cierres. Entre ellos se encuentran los establecimientos de Arroyomolinos y Arapiles, en Madrid; Guadalajara, Albacete, Ademuz (Valencia), Constitución (Valladolid), El Capricho (Marbella), Marineda (La Coruña) o El Tiro (Murcia).