El Gobierno español en funciones pretende negociar con la Comisión Europea un año más para cumplir el Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC) y situar el déficit público por debajo del 3% del producto interior bruto (PIB) en el 2017, y no en el 2016 como estaba previsto. De ese modo, el objetivo intermedio del 2016 sería superior al 2,8% actual.

La noticia de que el déficit público se disparó hasta el 5% del PIB en el 2015 (muy por encima del 4,2% programado) ha hecho saltar por los aires la meta del 2016 y obliga a España a pedir oxígeno a la Comisión Europea tal como ha adelantado El País este fin de semana.

De lograrlo, los gobiernos autonómicos podrían lograr un margen adicional para acometer el duro ajuste que les exige Hacienda pues, según fuentes oficiales, no se descarta otorgar a las autonomías buena parte de la relajación de objetivos que Bruselas permita a España para el conjunto de las administraciones públicas.

A TODA PRISA

Además, no se descarta la convocatoria urgente de un Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) en los próximos días para que los consejeros autonómicos de Finanzas presten el preceptivo apoyo al nuevo objetivo de reducción del déficit para el 2016 que podría derivarse de la negociación en marcha con Bruselas. De esa reunión también debería salir el impulso al comité de expertos de reforma del modelo de financiación autonómica que de forma apresurada acordó el Consejo de Ministros en funciones en su reunión del 8 de abril.

Todos estos trabajos van a contrarreloj. El Gobierno en funciones debe presentar en Bruselas antes de que acabe el mes el Programa de Estabilidad 2016-2019 y el objetivo del ministro de Economía, Luis de Guindos, es poder incorporar ya en el documento una nueva senda de crecimiento más “realista” y “acordada” con Bruselas que, seguramente, corregirá a la baja la previsión oficial de un crecimiento del 3% para el 2016. Además, según avanzó el ministro en funciones en RNE el jueves pasado, la estimación de déficit para este año y los próximos tomará como punto de partida el cierre del 5% del 2015, lo que anticipa una revisión de la senda de objetivos.

DOBLE LENGUAJE

Para lograr el aplazamiento de un año en los objetivos de déficit, el Ejecutivo argumentará que ya ha adoptado nuevas medidas disciplinarias sobre las comunidades autónomas (a las que responsabiliza del desvío) y que esta vez va en serio: ya hay dos autonomías (Extremadura y Aragón) a las que se les ha embargado ingresos por pagar tarde a sus proveedores y el ministro de Hacienda en funciones, Cristóbal Montoro, envió el 6 de abril sendas cartas a 12 consejeros autonómicos exigiéndoles un plan de ajuste al cabo de 15 días que permita cumplir el objetivo de déficit del 2016 (desde el 1,7% registrado en el 2015 al 0,3%).

Este es el mensaje de firmeza y dureza que se está construyendo de cara a la negociación con Bruselas, que debe pilotar el ministro de Economía en funciones, Luis de Guindos. España también defenderá que su economía está creciendo con fuerza, por encima de la media europea, gracias, en parte, a la política expansiva que se siguió en el 2015 con la doble rebaja del IRPF que adoptó el Gobierno (por importe de unos 6.000 millones de euros) y que tanto enfado provocó en la Comisión Europea.

ELECCIONES A LA VISTA

De cara al público español, se preparan otras estrategias más amigables en el contexto de una cada vez más probable nuevaconvocatoria de elecciones generales el 26 de junio, si fracasan las negociaciones del actual Parlamento para lograr formar Gobierno.

De entrada, se baraja trasladar a las autonomías una porción delmargen adicional que pueda otorgar Bruselas superior al que viene siendo habitual. En la actualidad, Hacienda tiene asignado a las comunidades un objetivo de déficit del 0,3% para el 2016, apenas una décima parte del objetivo total (2,8% del PIB) a pesar de que el gasto autonómico representa un tercio del total. El Estado (sin contar la Seguridad Social), sin embargo, se había reservado para sí un objetivo del 2,2%, casi el 80% del objetivo total.

Si se logra de Bruselas un objetivo superior al 2,8% para este año, las autonomías podrían lograr una porción superior a ese 10% inicial.

TIPO CERO DEL FLA

Además, el ministro de Hacienda en funciones está dispuesto a extender “caso a caso” al 2016 el tipo cero para los recursos del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) que ya rigió en el 2015, lo que permitiría un mayor ahorro a las autonomías. De momento, ya se ha pactado con Valencia.

Un mayor margen de déficit en el 2016 (superior al 0,3% actual) y los nuevos ahorros en el FLA, unidos a los recursos adicionales que el sistema de financiación autonómica depara a las autonomías en el 2016 (unos 10.000 millones), deberían permitir a las autonomías -según Hacienda- cumplir la regla de gasto (que impide que este crezca en 2016 más del 1,8% sobre el 2015) sin necesidad de recortes adicionales a los que se han opuesto la mayor parte de estas.