Un total de 354 personas murieron en España en accidentes de trabajo durante los seis primeros meses de este 2020. La siniestralidad laboral sigue disparada este ejercicio y es el 21,2% más alta que en el mismo periodo del año anterior. El frenazo de la actividad económica durante el confinamiento y los posteriores compases de la pandemia han provocado una caída del número total de accidentes laborales, pero no así de aquellos con consecuencias mortales. Donde más ha crecido la mortalidad en el trabajo ha sido en el sector agrario: el número de accidentes que causaron muerte se elevó el 109,5%; hasta los 44 muertos.

El número total de accidentes se desploma pero los siniestros con consecuencias mortales siguen al alza. Este es el resumen de los últimos datos de siniestralidad laboral publicados por el Ministerio de Trabajo. Y viene siendo tónica desde que el Gobierno declaró el estado de alarma y la economía entró en fase de letargo. Un total de 354 personas perdieron la vida en accidentes de trabajo, 62 más que en los primeros seis meses del año anterior. La siniestralidad entre el colectivo de trabajadores autónomos, especialmente disparada el ejercicio anterior, se ha contenido. No está ocurriendo lo mismo entre los trabajadores asalariados, especialmente los de determinados sectores como el agrario.

El número de víctimas mortales en los oficios agrícolas se ha duplicado este primer semestre respecto al anterior, a las puertas de las campañas estivales. Los fallecidos han pasado de 21 a 44. Por otro lado, en sectores como la construcción se ha vislumbrado los efectos del parón de actividad, entre otros, con una caída del 25%, hasta los 45 muertos.

La cifra total de accidentes en el trabajo que causaron baja fue de 219.522 hasta junio, el 29,2% menos que en el mismo periodo del año anterior. La estadística revela una caída generalizada en todos los sectores, marcada por el frenazo de la actividad económica fruto de las decisiones gubernamentales para frenar la pandemia.