La crisis y la reforma de las pensiones están empobreciendo cada vez más a los pensionistas. Desde el 2010, estos acumulan una pérdida media de poder adquisitivo que llega a 2.387 en el conjunto de España, según un estudio de UGT. La cantidad se debe a que las pagas que reciben los jubilados han subido 4,7 puntos menos que el índice de precios de consumo (IPC) debido a los recortes presupuestarios y a la reforma de la Seguridad Social que puso en marcha el Gobierno de Mariano Rajoy.

En términos mensuales, la pérdida de poder adquisitivo acumulada es como si los pensionistas españoles tuvieran este año en su bolsillo 30,88 euros mensuales menos. Eso hace que, solo en el 2017, los pensionistas hayan percibido 432 euros menos que lo que les correspondería si las pagas se hubieran actualizado igual que la inflación de este ejercicio.

El desafase entre la subida aplicada a las pensiones y la inflación alcanzó 4,7 puntos en toda España en el periodo del 2010 al 2017. Solo hubo una leve ganancia de poder adquisitivo cuando el IPC fue negativo que quedó rápidamente absorbida en años posteriores. La situación se agravará en el 2018 con una nueva pérdida de poder adquisitivo del orden de 1,25 puntos en la media española, con lo que la cifra acumulada desde el 2010 será de casi seis puntos. En términos anuales, la pérdida media será de 167 euros que hay que sumar a los 2.387 acumulados hasta el 2017.

En el 2018, el Gobierno subirá las pensiones el mínimo que prevé la reforma (el 0,25%) debido a la situación deficitaria de las cuentas de la Seguridad Social que se prevé que continúe durante los próximos ejercicios. Esa subida equivale a una media de 2,4 euros mensuales. Para UGT, «los pensionistas están condenados a tener subidas del 0,25% a los que se añadirá la entrada en vigor del factor de sostenibilidad en el 2019, con lo que quedan pensiones de subsistencia».

Con la ley actual, serían necesarios un mínimo de 12 años aplicando la subida máxima prevista del IPC más 0,50 puntos para recuperar el poder de compra volatilizado como cnsecuencia de los recortes y de la nueva regulación de la Seguridad Social, según las estimaciones del estudio de UGT.

CRECIMIENTO MÍNIMO / Pero esa posibilidad es más bien un ejercicio puramente matemático ya que el sindicato reconoce que es prácticamente imposible que en los próximos años las pensiones crezcan por encima del mínimo del 0,25%. UGT plantea como soluciones mejorar los ingresos de la Seguridad Social a través de reformas impositivas y de los Presupuestos del Estado como vía para reducir el déficit, y dejar de primar el sistema privado de pensiones y la banca como promotor de esos planes que están vetados con los sueldos actuales.

Mientras el déficit ha llevado al Gobierno a dejar el Fondo de Reserva de las pensiones casi sin fondos y a financiar con deuda pública el agujero del 2017, la negociación de una futura reforma de la Seguridad Social continúa paralizada, según ha denunciado la organización sindical, que ha advertido de que la recuperación económica tiene que llegar también a pensionistas y no solo al salario mínimo interprofesional.