El PSPV de Amparo Marco fue el gran triunfador de la noche electoral en Castelló, captando los tres ediles que perdieron sus socios del Pacte del Grau --con un Compromís de Ignasi Garcia y un Podem-CSeM-EU liderado por Fernando Navarro muy por debajo de sus expectativas--; y una bancada de la derecha en la que el PP de Begoña Carrasco contuvo en la capital la caída del partido a nivel nacional y perdió solo un escaño, el que ganó Vox en su entrada al Ayuntamiento, mientras Ciudadanos se mantuvo pese a la grave crisis interna que ha precedido esta cita con las urnas.

Los socialistas aprovecharon el tirón de las recientes autonómicas y generales y subieron de los siete ediles de esta legislatura a 10 -con el 34,8% de los votos, en los mejores resultados desde el 2007- y situando al partido socialista como la fuerza más votada en la capital, algo que no había conseguido nunca desde que concurre el PP a unos comicios. La última vez que ganó el PSOE fue hace 32 años, en las elecciones del 1987, por delante de AP.

ALIANZAS

Marco gana así peso en el Palau Municipal y podrá revalidar la alcaldía que logró en 2015, aunque sin tener la mayoría absoluta, se vería de nuevo obligada a buscar alianzas para gobernar. Con los resultados en la mano, la opción más viable podría ser la reedición del Pacte del Grau -con Compromís, y Podem-CSeM-EU que ahora sí querría entrar en el gobierno-, aunque los altibajos de los últimos cuatro años entre PSPV y Compromís, con Marco y Garcia de números uno, no descartan, a priori, que el PSPV busque sumar con Ciudadanos, a pesar de que los líderes autonómico y nacional del partido naranja hayan dejado claro que no pactarían con los socialistas. Tampoco se descarta que Marco, con sus 10 ediles, opte por gobernar en solitario con pactos puntuales.

Carrasco perdió un escaño en el que es el peor resultado del PP de Castelló de la historia, siendo las primeras elecciones municipales en las que no es la fuerza más votada en la capital. Se queda con siete concejales.

Compromís, que ha gobernado el último mandato, tropezó en esta cita electoral, perdiendo más de 2.600 votos respecto al 2015 y un concejal, que le debilita en un futurible Pacte del Grau II, con solo tres ediles. La confluencia tampoco salió bien parada. Después de una legislatura con cuatro ediles de Castelló en Moviment, la suma de sus siglas a las de Podem y EU se ha traducido en la pérdida de la mitad de ediles. Se queda con dos y el 6,5% de los votos.

Por primera vez entra en el Ayuntamiento de Castelló la ultraderecha, con un edil, Luciano Ferrer, y el 6,4% de los votos, a 113 votos de otro escaño.