De entre los perdedores de la noche electoral, que no son pocos, uno destaca por encima del resto. Se trata de Unides Podem y sus diferentes confluencias con Esquerra Unida. El partido surgido al calor del 15-M pierde apoyos hasta el punto de convertirse en una fuerza muy minoritaria y con escasa representatividad en la provincia. Si se cuentan solo los votos de los municipios en los que se presentaban con la marca de Unides Podem, Vox le superaría en votos por 8.786 a 7.205.

Entre las pérdidas del pasado domingo, además de dos concejales en Castelló y de la representación en municipios como Burriana, Almassora o la Vall d’Uixó, destaca la pérdida de la única alcaldía que ostentaba en la provincia, la de Vinaròs, que con toda probabilidad irá a manos de Guillem Alsina (Vinaròs).

Entre las pocas alegrías que le quedan a los morados está el hecho de haber logrado un concejal en Vila-real. Aún así, la confluencia que lideraba José Ramón Ventura Chalmeta entró en el ayuntamiento con apenas un 5,43% de los apoyos, un resultado comparable al obtenido por EUPV el 2015, aunque entonces la formación de izquierdas no logró irrumpir en el consistorio.

A nivel provincial, los malos resultados de la formación, presionada por el voto útil al PSOE y perjudicada por sus diferencias internas, le sitúan como sexta fuerza. En este sentido, la ejecutiva de Podem a nivel autonómico calificó como «muy mejorables» los resultados electorales e hizo un llamamiento a trabajar para «configurar gobiernos progresistas» donde tienen representación.