Los bloques de izquierda y derecha en el Ayuntamiento de Castelló mantienen su representatividad tras las elecciones municipales del pasado domingo, con 15 ediles a 12; igual que la última legislatura. El paso por las urnas, sin embargo, ha redefinido el peso de los partidos en cada bancada con un trasvase de votos con el que ha crecido el PSPV a costa de Compromís y Podem-Castelló en Moviment-EU, en el bloque progresista; y Vox ha ganado su escaño arrebatando votos del centrodererecha, de PP y Ciudadanos. Los números son claros.

El PSPV ha obtenido 8.739 votos más que en 2015; y 8.221 son los que exactamente han perdido en suma sus dos socios del Pacte del Grau. Compromís ha bajado 2.579 apoyos y Podem-CSeM-EU, 5.642. Con ello, el PSPV se ha convertido en la primera fuerza política de la ciudad y ha reforzado el liderazgo del bloque progresista, que ya tenía tras una legislatura de alcaldía socialista. Amparo Marco, ahora con 10 de los 15 ediles de la izquierda, aumenta así en tres sus concejales; los mismos que pierden sus socios. Uno de Compromís liderado por Ignasi Garcia, que se queda con tres ediles tras una legislatura en el equipo de gobierno con cuatro concejales; y dos la confluencia encabezada por Fernando Navarro, que ahora tendrá la mitad de la representación.

En la bancada más conservadora, el caladero de votos que ha facilitado la entrada de la ultraderecha al Ayuntamiento ha sido a costa de PP y Ciudadanos. 4.704 votantes eligieron las papeletas de Vox; y 4.827 son los sufragios perdidos por PP y Cs. El PP de Begoña Carrasco ha bajado un escalón y pasa por primera vez en su historia, desde la refundación del partido, a ser la segunda fuerza más votada. Pierde 3.167 votos y un concejal, quedándose con 7.

La formación naranja de Alejandro Marín-Buck aguanta el tirón pese a la crisis interna que ha precedido estas elecciones y mantiene los cuatro concejales del 2015 -cuando entraron por primera vez en el consistorio-, pese a obtener 1.660 apoyos menos.

Estas cifras tienen su correctivo en la participación, ya que en los comicios locales del 2015 participaron 80.776 votantes (un 66,5%), por los 73.784 del 2019 (un 60,6% del censo electoral).

Diferente fue el flujo de votos entre partidos en las elecciones autonómicas del pasado 28 de abril, respecto a las del 2015. Si se comparan los resultados electorales en la ciudad de Castelló, se detecta el incremento de apoyos al PSPV que ya lo situó como el partido más respaldado este año, cuando en el 2015 era el Partido Popular la primera fuerza en la capital. Los socialistas, con Ximo Puig a la cabeza, cosecharon en la capital más de 8.000 votos más en las últimas autonómicas, y los populares de Isabel Bonig perdieron casi 4.000. Subida del rojo y bajada del azul, como ha pasado también en las locales.

Compromís, sin embargo, al contrario de lo que ha pasado en las municipales, a nivel autonómico creció, con más de 1.700 votos más obtenidos en la ciudad que mantiene a los de Mónica Oltra en una buena posición en las negociaciones en el Consell. Ciudadanos también sumó en Castelló con el proyecto liderado por Toni Cantó. Más de 4.300 sufragios aumentaron respecto al 2015. La caída, como también ha pasado en las locales y las generales, va de la mano de Podem, que perdió ya el 28-A más casi 5.000 respaldos. Vox se multiplicó ya el mes pasado, con casi 9.000 votos más que hace cuatro años.