Los dos ciclos combinados que están en el Grao de Castellón son capaces de generar 1.647 MW. De las dos instalaciones, la número cuatro es la que funciona de manera más regular, mientras que la tres solo opera de manera muy puntual, como ha ocurrido estos días, aunque «solo por unas horas».

Este ciclo 3 es el que Iberdrola solicitó cerrar el 21 de noviembre del 2014 al Ministerio de Industria, y que esta le llegó a autorizar. El motivo era su alto coste de mantenimiento, ya que por ley, las plantas eléctricas tienen que estar siempre en perfectas condiciones para atender cualquier imprivisto del sistema y, por tanto, una potencial entrada en funcionamiento. De ahí que la compañía considerara más rentable incluso desmantelarlo.

Sin embargo, y a pesar de que llegó a tener dicha autorización, convirtiéndose en la primera de toda España en tener el honor, el 14 de julio del 2015, Iberdrola dio marcha atrás y dedició continuar.