Las grandes empresas de las comunidades del litoral mediterráneo han demostrado a lo largo de esta semana que no cejarán en su empeño por hacer ver al Gobierno central la necesidad de que ponga en marcha un corredor ferroviario con ancho europeo que discurra de norte a sur por estos territorios y sirva de conexión entre Francia y Algeciras, indistintamente para pasajeros y mercancías, lo que queda muy lejos de los planes del Ejecutivo, empeñado aún en que existan plataformas ferroviarias de uso conjunto.

Más de medio millar de empresarios se dieron cita esta semana en Murcia, en lo que supone el tercer cónclave de la gran patronal en defensa del corredor mediterráneo, un proyecto del que los asistentes destacaron su elevada rentabilidad, puesto que supondrá una importante inyección de recursos económicos no solo a las comunidades por las que discurre, sino que supondrá beneficios de gran calado al conjunto del país, tal como coincidieron en señalar la mayoría de los ponentes a la cita.

Los empresarios tomaron en cuenta los estudios y valoraciones técnicas que hablan de «una inversión rentabilísima», en palabras de Tomás Fuertes, presidente del Grupo Fuertes, cuya exposición fue compartida por la mayoría de los presentes.

Los convocados apelaron a la urgencia de unas actuaciones que deben vertebrar los territorios y que son claves para el desarrollo económico.

La reunión de Murcia, que es una prolongación a la que se dio en Tarragona y que tuvo sus prolegómenos en Valencia, sirvió para reclamar al Gobierno un impulso definitivo a esta infraestructura. Entre los presentes, el máximo responsable de la Asociación Valenciana de Empresaris (AVE), Vicente Boluda, recordó al titular de la cartera de Fomento, Íñigo de la Serna, su compromiso para la puesta en marcha del corredor para 2019, aunque recordó que se trata de una solución «provisional», con un tercer carril que solo generará «cuellos de botella», ya que por una misma vía circularán pasajeros y mercancías, en lugar de la pretendida doble plataforma.