Las referencias a la salud y su temor, al menos según sus propias palabras, a morir en prisión no han convencido al juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón, que este lunes ha procedido a prorrogar la prisión provisional del comisario jubilado José Manuel Villarejo, conforme habían solicitado la Fiscalía Anticorrupción y las acusaciones que ejerce Podemos y el despacho de abogados Balder.

Villarejo apeló a su edad y a las dolencias que padece, por las que compareció por videoconferencia ante la Audiencia Nacional sin necesidad de ser trasladado desde la cárcel madrileña de Estremera, para tratar de quedar en libertad con cualquier tipo de garantía, como fianza o incluso control telemático.

Por su parte, las acusaciones apelaron al riesgo de fuga y de destrucción de pruebas, así como de reiteración delictiva, argumentos que han convencido al magistrado que ha optado por prorrogarle la prisión por otros dos años más hasta el máximo de cuatro previsto en la ley.