El Ayuntamiento de Castelló, que preside Amparo Marco, continúa con su estrategia medioambiental; un conjunto de acciones que implican una visión sostenible en cada una de sus áreas. Se trata de coordinar propuestas, optimizar recursos, innovar soluciones, conservar el patrimonio natural y concienciar a la ciudadanía de que ésta es una lucha de todas y todos.

Castelló trata de minimizar el efecto isla de calor, a través de iniciativas que suponen una alternativa al vehículo privado a motor. Por ello, la Concejalía de Movilidad ha activado el bono único Activa’t y mejorado frecuencias y ampliado el servicio de transporte público, y avanza en accesibilidad mediante las plataformas en las paradas y el aumento de plazas para personas con movilidad reducida. En suma, una inversión que hizo posible batir récords históricos en 2018 en el número de usuarios de la red pública, superando los siete millones.

La suma de 11 kilómetros a la red de carriles bici ha hecho que Castelló esté mejor conectada que nunca. La puesta en marcha de Taxicas, el servicio de transporte público que cose núcleos residenciales periféricos, también ha reforzado ese nexo entre barrios. El tejido Bicicas ha llegado a otros puntos de la ciudad, habilitando 100 nuevos anclajes e incorporando 150 bicis más que hace cuatro años. Todo ello, junto a la peatonalización de calles, promueve una reducción del tráfico y una rebaja en la contaminación.

Asimismo, un tercio de la flota de autobuses urbanos se mueve con gas natural y, este año, las brigadas municipales cuentan con ocho vehículos totalmente eléctricos.

Castelló también trabaja por combatir la contaminación acustica con un pavimento de asfalto fonoabsorbente, que minimiza el ruido. Asimismo la remodelación de la avenida Enrique Gimeno, la de Maestría y el proyecto del Camí la Plana, suman 6 kilómetros de calzadas con una baja emisión sonora.

El reciclaje también juega un importante papel y el consistorio ha impulsado proyectos enfocados a la reutilización de aguas residuales o campañas en épocas como Magdalena, con el reparto de 20.000 vasos reutilizables, o San Juan, distribuyendo de 5.000 bolsas de papel para facilitar la recogida selectiva.

La ciudad necesita un respiro, y qué mejor forma que dando vida a nuevas zonas verdes, como el proyecto del Parque la Panderola, que incluye 56 ejemplares más de arbolado; la construcción del jardín vertical de la plaza Mayor o la ampliación del terreno para huertos urbanos.

El parque Ribalta, Desierto de las Palmas, las Islas Columbretes, el Pinar, Molí la Font, el paraje de la Magdalena o el Parque del Meridiano son prueba del patrimonio natural de la ciudad. Juntos conforman el pulmón verde. El Ayuntamiento trabaja por su conservación por medio de campañas que conciencian y sensibilizan sobre el cuidado de la naturaleza y ecosistema, como Celebrem amb la Natura, Castelló + Sostenible o Sentim els Parcs.