Los sanitarios han convertido en todo un himno la canción del Dúo Dinámico que dice: «Resistiré, para seguir viviendo. Soportaré los golpes y jamás me rendiré y aunque los sueños se me rompan en pedazos, resistiré». Y es que el personal sanitario está viviendo momentos muy duros. Casi sin protección, valiéndose de sus conocimientos, se han convertido en auténticos héroes sin capa que están curando a las personas que se han contagiado del covid-19. En nuestro país, un 14% de los infectados es profesional sanitario. Se están exponiendo para ayudar a los demás. Y no solo se exponen ellos, sino también a sus familiares. Además de médicos, enfermeras o celadores, en un hospital también trabaja el personal de limpieza, cocineros, vigilantes de seguridad… que siguen dejándose la piel al servicio de los pacientes. En momentos tan duros es donde podemos ver la calidad humana y la solidaridad de la sociedad que se está volcando en ayudar a estos héroes para conseguirles ‘su capa’ y que puedan seguir luchando contra este virus.

Amancio Ortega ha puesto a disposición del Gobierno su red logística y se ha ofrecido a fabricar material sanitario. Con un ERTE, los empleados de la fábrica de Seat en Martorell se han aliado con la empresa Pronovias para producir unas 2.000 mascarillas al día. En muchos pueblos de España, desde sus casas, hay personas desinteresadamente haciendo mascarillas caseras para distribuirlas entre hospitales, residencias... Todo el mundo quiere aportar su granito de arena. Docenas de taxistas también se han querido sumar a la causa ofreciendo sus servicios de forma gratuita a sanitarios para que puedan ir a casas de personas enfermas que no pueden o deben salir.

Hay muchos profesionales cuyo trabajo sigue siendo necesario a pesar del estado de alarma. Los camioneros siguen cruzando las carreteras para abastecer de productos de primera necesidad a la sociedad. Encima se les complica la tarea, ya que debido al estado de alarma los restaurantes y hoteles no pueden abrir, por lo que no pueden parar a comer caliente o asearse. También hay personas que están día a día detrás de un mostrador dispensando medicamentos. Los farmacéuticos pertenecen a un sector muy expuesto, ya que algunos de los que acuden a las farmacias están enfermos y corren más riesgo de contagiarse. Igualmente, detrás de un mostrador se encuentran aquellos profesionales de la alimentación que a diario están en una carnicería, pescadería, pollería, charcutería… o detrás de una caja cobrando. Una de las profesiones menos valoradas, pero de vital importancia, es la de la limpieza, cuyos operarios trabajan todos los días en el transporte público, supermercados… Los trabajadores que cuidan de otros sectores de la población también se exponen diariamente. Tanto niños que se encuentran en centros de menores como ancianos en residencias y personas con discapacidad necesitan a sus cuidadores a diario.

Para que toda la información de lo que está sucediendo al lado de su casa o en la otra punta del mundo llegue a sus manos son necesarios los periodistas que trabajan duro para ofrecer un servicio a toda la sociedad. Los profesionales de la información siguen al pie del cañón para que puedan estar informados ya sea por prensa escrita, televisión, radio o medios digitales. Si por las condiciones de su trabajo a día de hoy no pueden prestar servicio o están jubilados, también pueden contribuir de forma muy fácil: quédense en casa. ¿Seguro que no se habían imaginado que podrían salvar el mundo desde el sofá viendo una película?