La caballa en uno de los pescados más ricos en ácidos Omega 3 y una de las especies más económicas que podemos encontrar en los mercados municipales. Es un pescado que durante los meses fríos permanece en el fondo del mar, prácticamente sin alimentarse, y cuando el agua está más caliente es cuando sube a la superficie para comer. Por eso los meses de primavera y verano es la mejor época para este pescado.

Es un pescado azul, conocido como verdel o sarda en el norte de España, muy apreciado por los pescadores en el Mediterráneo, pero poco cotizado y querido en alta restauración hasta hace poco tiempo, cuando ha llegado a las grandes cocinas con fuerza y gran reconocimiento. Su sabor y la textura de su carne permiten infinidad de preparaciones.

La caballa común tiene una piel de color plateado con vetas azules y negras. Puede llegar a medir más de medio metro y pesar 3 kilos aunque lo más frecuente es que esté en torno a 30 centímetros de longitud y alrededor de 300 gramos de peso.

No debemos confundir con el estornino, similar pero con manchas en su parte inferior. Se suele vender como caballa aunque es una especie que no suele llegar a nuestros mercados municipales porque su hábitat es el Pacífico y el Atlántico, con otra calidad.

La burra o pintoja es también una especie muy parecida, pero de menor valor comercial y su carne tiene una textura más blanda y menos sabrosa. Su contenido alcanza 10 gramos de grasa por cada 100 gramos comestibles. Es rica en Omega 3, que ayuda a disminuir el nivel de colesterol.

Este ejemplar se captura con diferentes formas de pesca (arrastre, trasmallo o también el cerco), su textura es más jugosa y su sabor resulta más intenso.