El multimillonario canadiense Guy Laliberté, fundador del Cirque du Soleil, está acusado de cultivar marihuana en Nukutepipi, su isla privada en la Polinesia francesa, y de posesión de estupefacientes. Tras permanecer bajo custodia policial en Papeete, Laliberté fue puesto en libertad bajo fianza. Según las leyes francesas, se enfrenta a 10 años de prisión. «He conocido a personas fantásticas en comisaría, pero no es muy agradable ser acusado de traficante», ha dicho.

El abogado del empresario, Yves Piriou, asegura que se trata de cultivo para uso medicinal y ha asegurado que Laliberté se «disocia completamente de cualquier rumor que le implique en la venta o tráfico de narcóticos».

Según su empresa, Red Moon, Guy Laliberté lleva invertidos 100 millones de euros en Nukutepipi, donde trabajan cien empleados y donde tiene villas de lujo, un observatorio y un estudio donde ha grabado Bono. Los productores de pakalolo, el nombre polinesio del cannabis, no son condenados por pequeñas cantidades a menos que sean delincuentes reincidentes. «Tenemos unas diez plantaciones de pakalolo en el atolón para consumo médico y personal y nada más», ha asegurado el abogado del multimillonario.

Laliberté estuvo en el estreno del espectáculo Messi 10 de Cirque du Soleil en Barcelona el pasado 10 de octubre. Exsaltimbanqui, exempresario circense, exjugador de póker, exturista espacial, filántropo e ibizenco de adopción, su fortuna según Forbes rondaría los mil millones de euros. Hace tres años Laliberté vendió el 90% la compañía canadiense a un fondo de capital privado, TPG Capital, y al grupo chino Fosun. Él conserva el 10% de las acciones del circo.

Laliberté es un ejemplo del emprendedor hecho a sí mismo. Sus ganas de triunfar le llevaron a dejar el nido a los 14 años y probar suerte con el acordeón y la nariz roja. Aprendió a escupir fuego y a subirse a unos zancos. Empezó en los pasos de cebra de Montreal, pero fue a zancadas. Fundó el Cirque du Soleil con Gilles Ste-Croix y una tropilla de artistas callejeros en 1984 y se lanzaron al abismo. «Sabía que para sobrevivir con Le Cirque du Soleil tenía que exportarlo de Canadá. Invertimos hasta el último centavo en llevarlo a California. Y funcionó».

La fórmula -nada de animales, poesía visual y buenas acrobacias- resultó infalible. La crítica aupó a la formación que a finales de los 90 y durante los 2000 se expandió por todo el mundo: han actuado en más de 300 ciudades diferentes, en casinos (tiene siete espectáculos permanentes en Las Vegas), en cruceros.. y han producidos grandes shows a partir de figuras como Michael Jackson, los Beatles, Elvis Presley y ahora, Messi.

Laliberté ha sido también turista espacial. Fue en el 2009 y la aventura le costó 30 millones de euros. El póker también le ha salió caro. En Ibiza, donde reside parte del año, tiene también negocios con los hermanos Adrià, Heart Ibiza, una experiencia gastronomicocircense. Y preside desde 2007 la Fundación One Drop. «El medio ambiente está en lo alto de mis prioridades», dice.