El actor de cine porno Nacho Vidal, así como un empleado y una familiar suya, han sido detenidos por la muerte del fotógrafo de moda afincado en Valencia José Luis Abad durante un rito de desintoxicación de drogas mediante la administración de un veneno obtenido de un sapo bufo al que denominan «la molécula de Dios». La muerte se produjo en julio del año pasado, en la casa de campo que Vidal tiene en Enguera, y el equipo de Policía Judicial de Játiva necesitó meses para probar los hechos y detener al actor y a sus supuestos cómplices.

La detención se realizó el jueves pasado. El viernes, la jueza de Instrucción número 2 de Játiva, que dirige la investigación desde sus inicios, les tomó declaración. Tanto Nacho Vidal como los otros dos imputados quedaron en libertad provisional, bajo la acusación de un presunto delito de homicidio imprudente, a la espera de juicio. La magistrada les retiró los pasaportes y tienen la obligación de presentarse periódicamente ante el juzgado.

INSISTENCIA DE LA FAMILIA / Daniel Salvador, de Vosseler Abogados, aseguró a este diario que José Luis Abad murió en casa de Nacho Vidal, su defendido, y que él «es inocente» y que está «muy afectado», informa Nacho Herrero.

Según el letrado, Vidal y Abad no se conocían aunque tenían «amigos comunes». «Nacho no promovió nada sino que el fallecido quería tomar esa sustancia y se dio la circunstancia de que lo hizo en su casa porque sabía que él ya lo había tomado anteriormente», explicó.

De hecho, aseguró que no se siente «responsable de este lamentable accidente».

El toledano José Luis Abad, que fue colaborador de la revista de moda Urban VLC de Prensa Ibérica, murió el 28 de julio por la mañana, mientras era sometido al rito del sapo bufo que ciertas corrientes chamánicas vinculan con un viaje astral y mental con poderes curativos durante el cual quien lo practica se cura de sus adicciones o mejora algún aspecto de su vida.

El fotógrafo de moda sufrió un infarto que lo mató en minutos, pero, pese a sus convulsiones y a la asfixia, completamente amoratado y rígido, ninguno de los presentes intervino ni llamó a emergencias, según consta en el atestado, lo que finalmente trajo su detención por homicidio imprudente.

Fue la familia de la víctima quien, desde el primer momento, instó la investigación, que en los primeros momentos fue tratada como accidental. Pero el abogado de Vidal ha negado rotundamente esa versión de falta de socorro.

«Nacho llamó a la ambulancia e hizo todo lo posible por reanimarlo». El exactor, que asegura haber sometido a José Luis Abad al rito de manera desinteresada y por la amistad que le unía a una prima suya, ya había realizado con anterioridad este tipo de prácticas, según declararía ante la Guardia Civil.

Las detenciones que han culminado la operación iban a ser practicadas en marzo pasado, pero el estado de alarma y el obligado confinamiento la han retrasado hasta ahora, según fuentes jurídicas.

LA BUFANtOÍNA MALIGNA / El rito del sapo bufo consiste en fumar bufantoína, el veneno extraído del sapito de Sonora o bufo alvarius, uno de los alucinógenos más potentes de cuantos se encuentran en la naturaleza.

La sustancia que contiene este anfibio, la 5-MeO-DMT, es una droga que se suele comercializar por internet y en los últimos años esta ceremonia de sanación que procede de México, principalmente del estado de Sonora, se ha extendido por todo el mundo, sobre todo en determinados círculos.

Sobre ella, el letrado explicó a Efe que «es la escama del sapo», una «sustancia natural» que se consume «fumada en pipa» y cuyo consumo «parece estar muy extendido, sobre todo en Madrid, Barcelona, Valencia o Ibiza». «Es un alucinógeno potente. No creo que se pueda comprar con factura, supongo que recurrirían a internet», agregó el abogado de Vidal.

El viaje iniciático y curativo dura entre 15 y 20 minutos y produce importantes alteraciones como taquicardia, pérdida del conocimiento y, en ocasiones, la muerte. La bufantoína se encuentra solo en una de las 463 variedades de sapo que existen en el mundo, el bufo alvarius, y es extraída de sus glándulas parótidas.

Durante la ceremonia, la sustancia se fuma cristalizada con propósitos curativos o simplemente alucinógenos.