Renée Zellweger ha hecho con su aparición en el preestreno en Londres de 'Bridget Jones's Baby' que se desvanezcan algunas dudas sobre sus continuos cambios de talla -motivados por las exigencias en el rodaje de esta exitosa saga- y sus operaciones de estética.

La actriz norteamericana, de 47 años, ha acudido a la 'premiére' con unespectacular vestido negro de la firma Schiaparelli con abertura lateral,marcando cintura y con un aspecto saludable.

La han escoltado sus dos hombres en la pantalla, los actores Patrick Dempsey y Colin Firth. Y también su pareja, el músico Doyle Bramhall, con el que se besó ante las cámaras. La actriz norteamericana, muy animada, se hizo también selfis con los numerosos fans congregados. La película llega a los cines el próximo viernes.