Después de 25 años juntos, Joaquín Sabina y Jimena Coronado han dado el paso. La pareja se casó ayer por la mañana en el juzgado de la calle Pradillo de Madrid. En el trámite estuvieron el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, y Joan Manuel Serrat, grandes amigos de la pareja, según adelantó El País.

El intérprete lucía un traje azul, sombrero de paja y zapatillas de deporte. La novia, por su parte, compartía el look informal y llevaba un vestido, también azul, con sandalias planas. Ambos, eso sí, protegidos por las ya imprescindibles mascarillas.

Los últimos meses han sido complicados para Sabina, que tuvo que ser intervenido tras caer desde un escenario de Madrid el pasado 12 de febrero. La pareja se conoció en 1999 durante una entrevista en Lima. Para Sabina es su segundo matrimonio tras su boda con Isabel Oliart, hija del exministro de Industria de UCD Alberto Oliart.