Scarlett Johansson se ha visto envuelta en una rocambolesca polémica política en Hungría. El mes pasado, la estrella de Hollywood, de 34 años, rodaba en Budapest su próxima película de Marvel, Black Widow, la primera dedicada en exclusiva a la superheroína, y un «hábil político», según relata la prensa local, le pidió que se reuniera con el alcalde de la capital, el ultranacionalista István Tarlós.

La actriz accedió al encuentro privado con el político del partido Fidesz, de 71 años y gran aliado del primer ministro, también de ultraderecha e islamófobo, Viktor Orbán. En aquella charla informal también estuvo la vicealcaldesa, Alexandra Szalay-Bobrovniczky. Varias fotos dan cuenta de aquella peculiar reunión en el despacho del alcalde, a la que Johansson acudió vestida de calle, con una camiseta de algodón, una falda floreada y sin rastro de maquillaje ni peluquería. Tarlós aparece estrechando a las dos mujeres del brazo, en una pose poco protocolaria.

En cuestión de minutos, la prensa controlada por el Gobierno dio buena cuenta del encuentro aseverando que Johansson «amaba la ciudad» y estaba «impresionada» con el desarrollo impulsado por Tarlós. Sin pretenderlo, Scarlett había entrado en la campaña electoral de las municipales del próximo domingo, con la prensa afín al líder ultra dando a entender que la actriz lo apoyaba.

La protagonista de Lost in translation, demócrata convencida que apoyó a Obama y que no se ha cortado a la hora de lanzar puyas hasta a la hija de Trump en el programa Saturday Night Live, no publicó entonces nada en sus redes sociales de aquella singular cita.

Sin embargo, al enterarse de que se utilizaba su nombre sin su consentimiento en la campaña electoral se ha desmarcado y ha emitido un comunicado en el que anima a los ciudadanos de Budapest a «ser valientes» en las elecciones del domingo. Asegura que «votar es un acto heroico sobre todo en los sitios donde la democracia está en peligro».

«Quiero dejarlo claro, a pesar de las informaciones de ciertos medios de comunicación, no he expresado mi apoyo a István Tarlós», asegura la actriz, que insiste en que solo expresó su admiración por la belleza de la ciudad. «Solo los ciudadanos de Budapest pueden elegir el próximo alcalde y estas son una elecciones muy importantes. Las elecciones siempre son un acto heroico, más aún donde la democracia está en peligro. Animo a todos ciudadanos de Budapest a que sean valientes, actúen como un héroe y voten según su conciencia», anima Johansson. La campaña electoral para las municipales del domingo en Hungría está siendo muy dura. En los últimos días se han filtrados vídeos en los que se ve a Györ participando en orgías, así como de diputados de la oposición hablando de corrupción mientras consumen cocaína.