Francia ha retirado temporalmente este domingo su embajador en Ankara, la capital de Turquía, en protesta por las palabras del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, que dijo este sábado que su homólogo francés, Emmanuel Macron, debería mirarse su salud mental.

¿Qué problema tiene Macron con el islam, qué problema tiene con los musulmanes? Macron necesita una terapia de atención mental, dijo este sábado Erdogan, después de la polémica en Francia sobre el asesinato del profesor francés Samuel Paty, que enseñó en clase unas caricaturas de Mahoma.

Macron llevaba unas semanas de carga política sobre lo que el presidente francés llamó separatismo islamista, algo que no ha gustado en Turquía. Antes de criticar a los demás deberías mirarte a ti mismo, ha repetido Erdogan este domingo. Como dije ayer, el suyo es todo un caso mental. Macron necesita que le chequeen, ha continuado el presidente turco.

En Turquía, las palabras de Macron criticando al islamismo y al islamismo radical en Francia han resonado muchísimo, en todos los medios y a todas las horas del día. No lo ha hecho, sin embargo, la noticia del profesor asesinado. Eso, los medios próximos al gobierno de Erdogan, lo han pasado por alto.

Las declaraciones del presidente Erdogan son inaceptables. Exigimos que Erdogan cambie su política porque es peligrosa desde todos los puntos de vista. No entramos en polémicas inútiles y no aceptamos los insultos, ha dicho este domingo el Palacio del Elíseo en un comunicado.

Enemigo acérrimo

Si ahora mismo Turquía tiene un enemigo o lo percibe como enemigo en el mundo y en Europa, este es sin duda la Francia de Macron que, durante los últimos meses, ha estado antagonizando a Turquía no solo en materia religiosa, sino en muchos otros aspectos.

Francia y Turquía ambos socios de la OTAN, chocan diametralmente en Libia, donde ambos apoyan facciones opuestas en la guerra civil del país árabe. Francia, además, da apoyo político y militar a Grecia y Chipre, países que se disputan con Turquía las aguas de exclusión económica de sus fronteras en el Mediterráneo oriental. Francia es de los países de la UE que más fervientemente pide sanciones contra Erdogan y su gobierno por sus acciones en el Mediterráneo.