Viene para quedarse. Con esa premisa se ha presentado Adolfo Martín en Castellón, apostando a caballo ganador con un encierro de suma categoría en cuanto a presentación. Consciente de que el pasado año la corrida de su primo Victorino Martín no estuvo a la altura que se esperaba tras un regreso expectante, no ha querido tropezar con la misma piedra que su pariente y no ha escatimado esfuerzo alguno. Ahí está el lote de ocho toros que ha desembarcado en los corrales, que lucen un trapío como no se acostumbra en esta plaza. Sin excesos, muy en tipo, corta de manos y con hechuras que invitan al optimismo. El propio ganadero es el primer convencido de que ha jugado la mejor baza para ganar: «Hay hermanos del toro Chaparrito que el año pasado se llevó todos los premios en Las Ventas, así como del toro que cuajó Enrique Ponce en Istres. Hay cuatreños y cinqueños. Es una corrida con buenas caras, digna de cualquier plaza de segunda categoría buena, incluso hay toros de plaza de primera». «Creo que va a gustar al público y ojalá embista. Es una satisfacción a la vez que una responsabilidad, así que espero cumplir con las expectativas», asegura el propio Adolfo Martín.

Además de ser un aliciente para el aficionado el poder presenciar una corrida de esta categoría, que supone mantener ese acento torista a la feria, el festejo tiene otro atractivo y es la presencia de tres toreros de la tierra. Paco Ramos, Abel Valls y Vicente Soler, una terna completamente de Castellón, de tres generaciones distintas, van a tener la oportunidad de cambiar su sino. Es su momento. La oportunidad tan anhelada y soñada les ha llegado, hacer el paseíllo en su tierra después de haber sufrido los sinsabores de la profesión. Matar la corrida de Adolfo Martín supone un plus de dificultad pero a la vez, una senda para abrirse camino a través de este tipo de divisas. En sus manos está.

Calidad de los tres espadas

Los tres han sido invitados a Los Alijares, la finca extremeña en la que pastan los albaserradas de este ganadero madrileño, para tentar y tener su primera toma de contacto con el encaste y la ganaderia, puesto que nunca antes ninguno de ellos había tenido la oportunidad de enfrentarse a un adolfo. Los tres han manifestado su satisfacción y hay unanimidad con respecto a la calidad de los animales tentados, pero sobre todo, el que mayores alegrías se ha llevado tras las tientas es el ganadero, sorprendido por la capacidad de los tres espadas.

«Son toreros hechos porque llevan tiempo en esto. Van a estar bien, a ver si hay suerte, que embistan y les sirva la corrida. Pero que no piensen que es un toro fácil ni la tonta del bote; eso sí, si les haces las cosas bien, dan cosas muy positivas. Creo que deben embestir, ojalá al menos salga uno bueno a cada uno. Soy optimista», destaca el ganadero.

En busca de un sueño

La que se ha bautizado como Corrida de la Provincia ante esa apuesta por los toreros de la tierra, se ha convertido en la corrida de la oportunidad. La Diputación de Castellón, en ese afán por apoyar a deportistas, artistas, músicos, científicos... no ha querido ningunear al mundo del toro, que tanto peso tiene en esta provincia, y gracias a su patrocinio, tres toreros estarán presentes hoy en la plaza de toros en busca de un sueño. Así lo sienten los propios diestros. «Es un toro que quiere el toreo bueno y clásico, por eso si embiste, puede haber una muy buena conjunción, el público se va a encontrar con un torero más preparado. Un triunfo no me cambiaría la vida pero... ayudaría a entrar en Madrid», explica Paco Ramos, que estas semanas ha toreado casi a diario para ultimar su puesta a punto.

Abel Valls también es consciente de lo que hoy domingo supone para él. «Es la tarde más importante de mi carrera porque es la única que tengo y me juego mucho. Un triunfo me podría abrir las puertas de Las Ventas. Sueño en estar como creo que puedo estar. Me he preparado muy duro para llegar hasta aquí», expone.

El más joven de los tres, Vicente Soler, afronta esta cita con la ambición de quien quiere ser alguien en el toreo. «Voy concienciado. Me lo juego todo, sé que esa tarde me puede cambiar la temporada. Llego en un momento de madurez muy bueno y con la hierba en la boca de un torero joven que piensa que sí tiene su sitio en este tipo de corridas de toros. Saldré con mis armas y seré fiel a ellas», declara el de Burriana. La suerte está echada. Dos toros de Adolfo Martín les esperan a cada uno. Es su hora.