Monumentos de luz, esclat magdalener. Las gaiatas tomaron anoche la avenida Rey Don Jaime de Castelló como protagonistas indiscutibles de una velada multitudinaria. La Encesa cautivó, en un acto renovado que otorgó a las gaiatas «el peso que tienen y que merecen», como explicó Carlos Mon, de la Junta de Festes.

La Pirotecnia Peñarroja, de la Vall d’Uixò, fue la encargada de poner al acto el toque de pólvora y fuegos artificiales, tan necesario, como emotivo y tradicional para los castellonenses. La voz de José Juan Sidro presentó los monumentos de luz, ensalzando lo que cada gaiata representa para su sector. Renàixer primaveral, Romeria, La Llum del Forn, Color de festa o Font de Llum i Color fueron algunos de los lemas que sonaron con fuerza a lo largo de la avenida Rey Don Jaime. Evidentes en la Encesa los delicados trabajos sobre madera, las vidrieras y los cuidados cambios de iluminación. Azules, morados, rojos y, como no, tonos verdes que inundaron la noche cerrada de Castelló. Gaiatas vanguardistas, como la 12 con sus cubos simétricos; la 19, con una forma muy particular; y otras de corte más tradicional combinaron a la perfección en la gran velada de la luz.

Detalles todos ellos que hicieron brillar, nunca mejor dicho, a cada una de las obras con luz propia. «Tradició, il·lusió d’un futur fester esperançador...Evolució i diversitat... símbol i senya d’identitat festera», exclamó el narrador entre los aplausos de cientos de asistentes, emocionados ante la puesta de largo de los monumentos.

Vanguardia musical

Tan revolucionario, como original el sonido del acto. Y es que la música clásica se fusionó con el heavy metal en una versión de la Primavera de Beethoven muy singular como colofón a la Encesa. Música acompañada por fuegos artificiales, en forma de palmeras doradas, que cubrieron el cielo de Castelló ante la atenta mirada de los castellonenses.

Orgull de tot Castelló en una Encesa que quiso mimar a las 19 gaiatas, escribiendo una oda a su trabajo y elevándolas a los altares del món fester.