L os ‘padres fundadores’ de las fiestas de la Magdalena en su estructura actual esbozan una sonrisa de satisfacción en el parnaso castellonense desde el pasado mes de enero. Una de sus creaciones, de 1945, primer año triunfal en la nueva concepción de los festejos magdaleneros, la Cabalgata del Pregó, surgida de la desbordante imaginación de Manuel Segarra Ribes, va camino de convertirse en Bien de Interés Cultural (BIC), máxima figura jurídica de reconocimiento y aval para su protección más absoluta por parte de la administración.

Una declaración que todavía esta en fase preliminar de elaboración los informes técnicos, que han de elevarse a la junta de gobierno municipal y, posteriormente, pasar por el pleno de la ciudad, trámite tras el cual se remitirá la documentación a la Conselleria de Cultura, departamento de la Generalitat Valenciana que es el que tiene potestad para aprobar la declaración.

El dossier que expone la argumentación que justifica la distinción ha sido elaborado por el cronista Oficial de la Ciudad, Antonio Gascó, y en el que se destaca “los orígenes preclaros, la importante base cultural y antropológica que dibuja los pueblos, mitología, historia y tradiciones de Castellón en su conjunto, con tres partes primegenias, años más tarde cuatro, y la evolución del cortejo desde 1945 hasta nuestros días.

La premura de tiempo con que inició el proceso hará que sea imposible que la Cabalgata del Pregó de mañana no pueda ser aún BIC, pero desde el equipo municipal de gobierno PSOE-Compromís se espera que ya lo sea para la edición del 2017. Un BIC que le dará prestigio a la semana grande, además como argumento a añadir para ‘vender’ turísticamente la ciudad y sus fiestas fundacionales a nivel internacional.

OTROS PRECEDENTES // En el ámbito de la Comunitat Valenciana hay otras cabalgatas que son ya BIC. Como la de los Reyes Magos, en Alcoi, la más antigua de España; o la del Corpus Christie, en Valencia.

Con idiosincrasia propia, con un alto valor antroplógico, marcado por nuestra señas de identidad a nivel de cultura, costumbres, folclore e historia de la capital y de la provincia, y con más de 70 años a sus espaldas, justifican sobradamente la declaración de BIC.

Como recordaba a Mediterráneo el exconcejal del Ayuntamiento de Castellón, Antoni Porcar, uno de los máximos especialistas en fiestas de la Magdalena y autor del guión de la reciente Galania de la reina de las fiestas, “el Pregó es más que un desfile, está concebido como un espectáculo, como un museo viviente”.

Además, y fundamentalmente, en sus principios, el contenido delPregó estaba detallado al máximo y sin dejar nada a la improvisación tanto en vestuario, colorido, figurantes, música, personajes, estampas y recreaciones históricas en un alarde de imaginación e ilusión.

IMPACTO POPULAR // Un Pregó cuyo fuerte impacto en las calles en su primera edición (1945) llevó a la creencia popular de que no se celebraría más. Una predicción equivocada porque al año siguiente volvería a desfilar, y al otro, y al otro, y al otro...

Un Pregó que con la nueva Junta de Festes de Castelló, recupera el espíritu de sus creadores, y así, a expensas de la Germandat dels Cavallers mañana se estrena la estampa del Llibre del Repartiment, en la que se recuerda el reparto de tierras de los nuevos pobladores de la Plana. La última de las recreaciones históricas que se incorporaron al cortejo fue la del Compromiso de Caspe con el Papa Luna y Sant Vicent Ferrer a cargo de los Templarios de Castellón en el año 2012. H