Sobrepasado el ecuador del verano, y cuando apenas quedan tres semanas para que comience un nuevo curso escolar, queda ya muy lejos el deseo de que este dichoso virus que se ha colado en nuestras vidas desapareciese con el calor y todo retornara a una normalidad. Ahora, la realidad se impone y tenemos que aprender a convivir con él, hasta que no exista un remedio que lo pueda erradicar de nuestro día a día, debemos adaptar nuestros hábitos y comportamientos, primando el cuidado de la salud propia para cuidar la colectiva.

El Ayuntamiento de Benicàssim no ha bajado la guardia desde el inicio de la pandemia, y así intensificamos la desinfección de nuestras calles, plazas y puntos más sensibles de la población. En estas tareas incluimos la campaña intensiva de limpieza de playas, paseos, pasarelas de acceso, duchas y lavapies, poniendo todos los recursos de que disponemos para que la estancia en nuestro municipio sea lo más segura posible.

Pero me preocupa la llegada de septiembre y más después de oír al doctor Simón

A día de hoy, la educación parece que no está entre las prioridades del Gobierno y las incógnitas para comenzar la actividad del nuevo curso escolar siguen presentes, y no existe plan actualizado y coordinado, ni protocolos de actuación. Lejos de haber aprendido que la anticipación es, por ahora, nuestro mayor aliado, el sr. Sánchez y la sra. Celaá cometen los mismos errores, y posponen al próximo día 27 de agosto la reunión con las CCAA, dejando a familias, alumnos y profesores, con mucha incertidumbre y enorme inquietud.

No cabe eludir responsabilidades, debemos actuar con sensatez, porque nos jugamos mucho en este inicio de curso. Desde la experiencia sabemos que la coordinación entre los Ministerios de Educación y Sanidad, y los Gobiernos autonómicos, serán determinantes para que nuestros hijos vuelvan a las aulas con las máximas garantías. H

*Alcaldesa de Benicàssim