Siempre he entendido la política como una estación de paso, un lugar con el que merece la pena comprometerse para dar lo mejor de uno mismo y devolver a la sociedad, a nuestros pueblos, a nuestras raíces, parte del valor que nos han dado. Luego, el camino continua.

Después de casi cinco años al frente del Partido Popular de la provincia de Castellón, llega el momento de apartarme de la dirección del partido que ha hecho grande a nuestra tierra y ceder el testigo a nuevas ideas, nuevas visiones y nuevas personas.

Llegué a la presidencia con un objetivo claro: iniciar y consolidar un proceso de transición política que llevara al PPCS a ser un partido cohesionado, fuerte, ejemplar, moderno y transparente. Asumí el difícil reto de llevar a esta organización a ser referente a nivel nacional como modelo de participación y puesta en valor de la militancia y como ejemplo de actualización de formas que conectaran con la sociedad y consiguieran recuperar su confianza en las instituciones.

Creo sinceramente que el PPCS ha cambiado en estas líneas durante todo este tiempo: hemos sido pioneros en la participación interna, inflexibles en la lucha contra la corrupción, abiertos a los nuevos tiempos políticos y, todo esto, sin perder nunca el espacio en el epicentro de la sociedad castellonense.

Y cedo el cargo con la convicción de haber emprendido la senda correcta, desde la humilde satisfacción por el camino recorrido, con la responsabilidad del trabajo realizado y desde la coherencia con la que siempre he intentado actuar en política. Creo y defiendo la necesidad de regeneración en los partidos políticos como bases del sistema democrático. Nunca he querido profesionalizarme en la política y entiendo que quién pide regeneración debe ser el primero en aplicársela a él mismo. Hay que asumir este tipo de decisiones sin miedo. Me siento orgulloso de pertenecer al Partido Popular, de las ideas que defendemos y del gran equipo que lo compone. A lo largo de todos estos años he tenido la oportunidad de trabajar con muchas personas de las que he aprendido la importancia de los valores, el compromiso con esta tierra y la vocación de servicio público.

Y uno de ellos es Miguel Barrachina, a quien los afiliados ratificaremos de forma unánime, este sábado en el congreso de Peñíscola, como nuevo presidente del PPCS. Estoy convencido que es el mejor, el más preparado y quien mejor puede llevarnos al éxito. Sé que conoce y quiere a esta tierra y que defiende y abandera como nadie los principios y valores que hacen avanzar a esta sociedad.

*Presidente de la Diputación de Castellón