En realidad, ha hemos tenido un verano de mucha actividad musical, en el mar y en la montaña del Desierto y, gracias a ella, miles y miles de visitantes, jóvenes, se han bañado junto a nosotros en esta playa de la Almadraba, donde Lorenzo, que tiene mucha gracia para ello, me la canta a menudo mientras van apareciendo sobre el papel sus mágicas rayitas y más rayitas.

Hoy toca hablar de Festival de Habaneras, tan actual y querido cada verano en estos primeros días de agosto. Pero en mi ir y venir de Castellón a Benicàssim, me he encontrado no hace mucho a Eduardo Calatayud, con mucha historia musical en sus maduras espaldas. Y al verme, él cogido del brazo de su esposa, que le sostiene y anima, me saluda cantándome su canción: Dulces son las mañanitas… Y, claro, el día lo requería y tuve que pedirle que me contara la historia del festival de las habaneras, desde su rondalla de Los Atapulcos. Y así empezó todo:

--La primera actuación de nuestra rondalla en Benicàssim, fue un sábado de junio de 1953. Nos invitaron a que ofreciéramos serenatas a las chicas festeras desde el ayuntamiento. La anécdota está en que el tren parar regresar venía con mucho retraso y fuimos a la playa de la torre de San Vicente para ver salir el sol y recuerdo que de tan entusiasmados que estábamos, nos pusimos a cantar y tocar la habanera de Don Gil de Alcalá, aquella que dice: Todas las mañanas/ sale la aurora/ y se lleva la noche/ triste y traidora… Y allí mismo yo compuse un bolero, ¿recuerdas?, que se titula Playas de Benicàssim y empieza así: En el mar Mediterráneo/ existe un bello lugar/, donde entre villas y rosas/ todo invita a soñar.

--Y ¿empezaron entonces las habaneras?

--“No, el festival comenzó el día 9 de agosto de 1986, cuando ya Torrevieja hacía famoso el suyo. Fue idea del Grup Maig, con Paco Puig, Pepe Falomir, Mario Navarro y los demás. De inmediato nos incorporamos Los Atapulcos y, sobre todo, Els Llauradors, que después no han faltado nunca. Recuerdo que el poeta Miquel Peris y el popular Macareno nos ayudaron mucho. Miquel escribió entonces su habanera titulada Habanera de Benicàssim, preciosa.”

--Acertar en el ritmo de habanera no es fácil, ¿verdad?

--“Se trata de una danza y canción de origen español que fue llevada a Cuba y que volvió con una cadencia suave y hermosa, para extenderse por toda Europa. Y el mundo. Hace ahora más de cien años. Forma parte de algo que nos envuelve constantemente, como es el sonido, el arte de los sonidos”.

Esa liturgia del sonido la tenía muy bien asimilada el famoso director italiano Arturo Toscanini, que estuvo un verano en la villa del director de cine, Rafael Gil, junto a la torre de San Vicente. Se cuenta de él que un día, en súbito arrebato de ira, arrojó su reloj de pulsera contra un músico de su orquesta, en un ensayo. El reloj se destrozó, pero lo admiraban tanto sus músicos que, días después, el ilustre director recibió un reloj nuevo, de pacotilla. Y un escrito: “Este, solo para los ensayos…” El director, con su batuta, marcó el compás de una habanera… H