Que el movimiento se demuestra andando es una expresión muy manida, pero no por ello debe considerarse menos cierta.

Ocuparnos de lo que nos importa es lo que nos define, nuestros actos; ser consecuentes con lo que pensamos, actuando de forma coherente, eso es lo honesto.

En este contexto de pandemia que estamos viviendo, afrontamos una crisis sin precedentes en nuestro país en las últimas décadas; las variables en este escenario crítico son distintas y ligadas a este enemigo invisible que se llama coronavirus, con todos los apellidos que le han ido saliendo a base de evolución y mutación.

Es difícil calcular las consecuencias de esta situación en el corto y también en el largo plazo, dimensionarlas con tantas incertezas e incertidumbres en el corto, nos hace actuar sin saber exactamente qué va a suceder en el futuro más cercano.

Con todo, siempre hay quien escarba para tratar de sacar algún rédito de este desastre.

Como las aves carroñeras, suelen formar parte de nuestro ecosistema social, aquellos que intentan aprovecharse de la desgracia ajena para acomodar unos discursos que están llenos de intenciones, encajándolos entre escenarios que nada tienen de normal.

Yo, personalmente, creo que todos debemos hacer una reflexión consciente de qué podemos hacer mejor, tratar de aprovechar las oportunidades que nos ofrece este mal común para tejer alianzas y lazos que nos hagan más fuertes, más solidarios, y también, como no, más eficaces.

Toda esta reflexión la llevo rumiando desde hace un año, los primeros meses, esperando a ver qué tardaban los turismofóbicos en achacar el origen de todos los males al sector turístico español.

Después, comprobando apenado que las opiniones en contra del sector no se habían hecho esperar.

España es un referente mundial en este sector, el segundo del mundo por volumen de negocio, tras la industria armamentística.

Lejos de acomplejarme, me enorgullece pertenecer a un país que es referente en legislación, en innovación, en impulso de la inteligencia turística, de la calidad, en formación, regulación y know-how .

Como en todos los sectores, hay recorrido para la mejora, obviamente; margen para el crecimiento sostenible y voluntad para avanzar haciéndolo mejor.

Enfoquémonos en esto, en potenciar nuestras fortalezas y oportunidades y trabajar por reducir nuestras debilidades y sus efectos.

Centrémonos en colaborar y ayudar de la mejor manera a un sector que realmente vale la pena.

Yo apoyo al sector. H

*Alcalde de Peñíscola