Antes no fue posible, por el desastre económico en que estaba nuestro Ayuntamiento. Ahora, ya recuperado, es el momento. Una de las mejores noticias con la que los vecinos de Alcalà-Alcossebre recibirán la Navidad será la bajada del Impuesto de Bienes Inmuebles, por parte del Ayuntamiento. Reflejada en los presupuestos del 2018 aparece esta disminución del 8% del IBI que culmina un largo proceso. Todos nuestros vecinos saben el empastre económico en el que nos encontramos el Ayuntamiento en el 2007. Como sucede en una economía familiar, en la que la correcta administración de los recursos es fundamental: solo mirando hasta el último euro, se pueden garantizar los servicios básicos para nuestros vecinos y aumentar las ayudas para los que más lo necesitan, como hemos hecho. Cuando los números nos lo han permitido, en ese instante y no en otro --lo contrario hubiera sido una imprudencia-- ha sido cuando hemos bajado el IBI.

Qué fácil es hablar de presión fiscal de forma demagógica, olvidar el caos económico en el que ellos sumieron al pueblo y callar las medidas que hemos ido implantando: servicios, ayudas y bonificaciones, además de haber reducido la deuda, en el peor momento de crisis económica. Tras esta bajada del 8% del IBI, ya estudiamos poder implantar una nueva disminución de cara al 2019. Si el principio de prudencia tributaria no lo desaconseja, serán dos bajadas del IBI en una legislatura.

Si la situación económica del Ayuntamiento hubiera sido otra, se hubiera hecho antes, pero toca ser responsables. Otros tomaron decisiones irresponsables y así nos fue. Nuestras decisiones, y más en temas económicos, no son a la ligera porque de ello depende que el Ayuntamiento siga siendo útil para los vecinos y prestando servicios muy necesarios para todos.

*Alcalde de Alcalà-Alcossebre