Se utiliza el término selfitis para denominar a la necesidad perentoria que tiene una persona de publicar fotografías de sí misma (autofotos), en las redes sociales. El término se acuñó en el 2014 por la Asociación Estadounidense de Psiquiatría con el fin de describir y calificar de trastorno esa condición obsesiva de tomar selfis de manera continuada.

Cogiendo como punto de referencia la India, al ser el país con más usuarios de Facebook a nivel mundial y tener la mayor tasa de fallecimientos por tomarse selfies en lugares peligrosos, se han establecido tres grados de gravedad en el trastorno: límite, si se realizan tres selfis diarios, pero no todos se publican; agudo, si se toman tres selfis al día y todos son posteados, y grave, si se toman selfis constantemente a lo largo de la jornada y se publican más de seis al día. Al parecer, el estudio demuestra que las personas que padecen de este trastorno tienen baja autoestima, buscan la aprobación de los demás e intentan llenar su vacío espiritual con la publicación de sus fotos en las redes sociales. Además, a través del análisis de los datos cuantitativos, los investigadores han descubierto que estas personas están en constante búsqueda de atención, carecen de confianza en sí mismas e intentan aumentar su posición social al sentirse parte de un grupo. Y es que parece que los trastornos de salud mental se han acentuado con los avances tecnológicos. Así, un ejemplo relacionado directamente con el teléfono móvil es la nomofobia (miedo extremo a olvidarse el teléfono en casa). Sin ir más lejos, el uso abusivo de la tecnología digital por parte de los adolescentes ha incrementado mucho el riesgo de sufrir problemas de salud mental, aumentando sus problemas de conducta y presentando más dificultades a la hora de prestar atención.

*Psicólogo clínico

(www.carloshidalgo.es)