Al final de la guerra civil, hace 79 años, miles de republicanos trataban de huir desde Alicante. Pocos lo lograron. El Stanbrook llevó a 2.638 a un incierto destino. El Stanbrook, un buque carbonero británico de 1.500 toneladas, había fondeado en Alicante con la orden de cargar naranjas y azafrán. En la explanada del puerto bullía una multitud agotada después de tres años de combate, miles de civiles y soldados republicanos vieron en el puerto alicantino, todavía no tomado por el bando franquista, la única puerta para huir de la represión que les esperaba.

Abrumado por la tragedia, el capitán de la nave, un galés de 47 años llamado Archibald Dickson, cambió el plan inicial de embarcar provisiones por el de evacuar a civiles. Al atardecer del 28 de marzo de 1939, el Stanbrook partió hacia Orán con la última carga civil que zarpó camino del exilio antes de acabar la contienda, 2.638 pasajeros que protagonizaron una emblemática y trágica aventura, hace ahora 79 años.

Pese a que creyeron haber hallado la salvación en Argelia, entonces bajo el dominio francés, el destino del pasaje del Stanbrook fue muy dispar. En el primer desembarque, dos días después de atracar, tocaron tierra mujeres y niños que fueron a la antigua prisión del Cardenal Cisneros. La mayoría de los hombres aguardaron a bordo más de un mes, por imposición de la Administración francesa.

La historia se repite. El buque de socorro marítimo Aquarius transporta a más de 600 personas, principalmente subsaharianas, al puerto de València, ante la decisión de Italia y Malta de cerrarle todos sus puertos. No olvidemos que los españoles también hemos sido refugiados y emigrantes y no siempre fuimos tratados adecuadamente. Así pues, adelante. ¡Bienvenidos!

*Secretaría de Área de Políticas Sociales y LGTBi PSPV Castellón