La tamborrada provincial dio el pasado fin de semana el pistoletazo de salida a una intensa programación, que volverá a poner en valor el arte, la cultura, el patrimonio y la historia de Vila-real, sin olvidar la religiosidad. La población se vuelca en conmemorar esta Fiesta de Interés Turístico Provincial, que celebra las raíces de la localidad y que cuenta con cerca de 500 años de historia a sus espaldas.

La intensa programación de los días más importantes de las fiestas tendrá como protagonista a la tamborrada del Domingo de Ramos y las esperadas procesiones de la Semana Santa, que dieron comienzo ayer, con el desfile procesional infantil-juvenil, y continúan hoy con procesión de hermandades y cofradías del Miércoles Santo.

Mañana, la pasión musical Laqvima Vere volverá a subir al escenario de la plaza Mayor, a partir de las 21.00 horas, en un espectáculo único que se ha convertido ya en una de las principales señas de identidad de la Semana Santa local. La Cena del Señor y la Procesión del Silencio, a medianoche, desde la capilla del Cristo del Hospital conforman el programa del Jueves Santo. La Procesión del Silencio recogerá nuevamente alimentos para ayudar a Juventud Antoniana, Cáritas y San Vicente de Paúl.

El Vía Crucis, Santos Oficios y desfile procesional del Santo Entierro recogerán el testigo el viernes de la programación, que incorpora otra novedad el Sábado Santo, con la celebración de la Palabra junto al Santo Sepulcro, ya que dentro del Festival de Ópera Vila-real, la Arciprestal acogerá la interpretación del Réquiem re menor KV 626, de Mozart, a cargo del Coro Tutte Voci y la Orquestra de Cambra que dirige Josep Gil. La Semana Santa concluirá el Domingo de Resurrección con la procesión del Encuentro.