El verano que arrancó este miércoles será largo y tórrido. Tras un inicio de junio bastante más cálido de lo normal, prevén que las temperaturas estivales estarán como media entre 0,5 y un grado por encima de lo habitual. Así lo anunció el delegado de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en la Comunitat, Jorge Tamayo. Una situación que obligará a extremar la precaución, pues el calor aumenta la sequedad de la vegetación, con lo que se eleva la determinación de alertas de nivel 3 por riesgo de incendio.

Junio del 2017 se perfila como el segundo más caluroso en la Comunitat, solo por detrás del de 2003, y en Castellón va camino de igualar o superar al de aquel año, como publicó este diario. Algo «coherente con las hipótesis de cambio climático, ya que el ascenso de temperatura media implica mayor frecuencia de sucesos extremos», que es lo que están «viendo», concretó José Angel Núñez, jefe de Climatología de Aemet.

Además, la temperatura del mar está entre 25 y 26SDgr en estos momentos, cuando lo habitual en estas fechas son 23, como matizó José Quereda, catedrático de Climatología de la UJI.

Quereda señaló que en los próximos días las máximas oscilarán entre los 32 y 33SDgr en la costa y los 30 en la mayor parte de la provincia. La entrada de aire frío por el Atlántico puede traer nubosidad y precipitaciones al Mediterráneo, pero estos efectos se reducirán al interior montañoso de la provincia, donde el fin de semana puede bajar el mercurio.

«No por tener un inicio de junio caluroso implica que el verano lo vaya a ser, aunque esta vez sí será así», dijo Tamayo. Además, en los últimos 15 años las temperaturas veraniegas suelen extenderse unas dos semanas más allá de la estación astronómica, nueve días por delante y cinco por detrás. Eso sí, la provincia encara la época estival con un nivel de precipitaciones durante el último año superior a lo habitual, salvo en la mitad norte.