Un jurado popular de la Audiencia de Barcelona declaró ayer culpables de asesinato con alevosía a los guardias urbanos de Barcelona Rosa Peral y Albert López por matar en mayo del 2017 al novio de ella, el también policía del cuerpo Pedro Rodríguez, en el marco de un triángulo amoroso. Por ocho votos a uno en el caso de Peral y siete a dos en el de López, el tribunal popular concluye que ambos examantes, que no asistieron al juicio por las restricciones del coronavirus después de que ella resultara contagiada, son responsables de haberse confabulado para matar a Rodríguez, al que «drogaron o medicaron» y cuyo cadáver quemaron.