El nivel del río Sena a su paso por París comenzó ayer por la mañana a bajar de forma muy lenta tras haber alcanzado un pico de 6,09 metros a las tres de la madrugada, según el servicio de prevención de crecidas francés, Vigicrues. Seis horas más tarde de registrar ese máximo, a las nueve, la altura en la estación de medición parisina de Austerlitz llegaba a los 6,05 metros.

Los servicios meteorológicos franceses preveían nuevas lluvias para este fin de semana, especialmente en el norte y el noroeste, aunque sin parangón con las registradas en los últimos días, que causaron graves inundaciones en el norte del país con un balance de al menos cuatro personas muertas y 24 heridas. Además, según informó el primer ministro, Manuel Valls, las personas evacuadas superaban las 20.000, de las que 17.500 residen en la región de Ile-de-France.

Las fuertes lluvias e inundaciones en otras zonas de Europa han acabado asimismo con la vida de 11 personas en Alemania, una en Bélgica y dos en Rumania.

ALERTA NARANJA // Doce departamentos de Francia se hallaban ayer en alerta naranja, el segundo nivel más alto tras el rojo, por las crecidas, que en París forzaron a cerrar los museos del Louvre y el Quai d’Orsay para trasladar a pisos más altos algunas obras. También hubo que cerrar varias estaciones de metro e interrumpir el servicio en alguna línea de trenes de cercanías.

La alcaldesa de la capital, Anne Hidalgo, señaló ayer que la situación había empezado a estabilizarse pero que había que “permanecer vigilantes” ante las nuevas lluvias que vienen. El viernes por la noche, el presidente francés, François Hollande, visitó el Museo del Louvre para animar a los trabajadores que ponían a salvo las obras de arte que se guardan en los sótanos de la pinacoteca, que por prevención se trasladaban a plantas superiores. Se trata principalmente de piezas islámicas, griegas, etruscas y romanas, así como cuadros de 33 varias épocas de la historia.

Muchos de los museos más visitados de París como el Louvre, el Orsay o el Grand Palais permanecerán cerrados hasta el martes, pero pocos quisieron perderse la oportunidad de retratar con sus cámaras un momento histórico como este.

En los puentes y a orillas del río se toparon con unas invitadas muy poco deseadas: las ratas que viven en torno al Sena y que tratan de huir masivamente de sus escondrijos ante la crecida.

Aunque la calma regresa a París y las aguas han bajado su nivel, el balance de las inundaciones en toda Francia es duro. H