El presidente estadounidense, Donald Trump, opinó ayer que todos los países deben promover un medioambiente «limpio», pero evitó hacer cualquier referencia a la crisis climática al salir de la Cumbre de Acción Climática a la que llegó por sorpresa. «Soy un gran creyente en el aire limpio y el agua limpia, y todos los países deberían unirse y hacer eso, y deberían hacerlo por sí mismos. Es muy, muy importante», dijo el mandatario norteamericano a los periodistas al salir de la cumbre, a la que no estaba previsto que asistiera y en la que no intervino.

El mandatario, un conocido escéptico del cambio climático, llegó por sorpresa al auditorio cuando el primer ministro de la India, Narendra Modi, comenzaba su discurso, y se sentó durante unos 15 minutos entre el público junto al vicepresidente estadounidense, Mike Pence. También escuchó a la canciller alemana Angela Merkel, y abandonó la sala cuando comenzaba un panel encabezado por el presidente de Chile, Sebastián Piñera.

Trump negó el domingo que su prevista ausencia en la cumbre sobre el clima fuera una señal de que «desprecia» el tema, al asegurar que simplemente estaba «muy ocupado». Bajo el Gobierno de Trump, EEUU ha iniciado el proceso para abandonar el Acuerdo de París sobre clima y ha erosionado un centenar de regulaciones para proteger el medio ambiente.