Los agricultores de Sant Jordi están sobrepasados por la oleada de robos de algarrobas que sufren en sus fincas. Como adelantó ayer Mediterráneo, son más de una veintena de casos en apenas 15 días y el guarda rural del municipio, Javier Albiol, no puede hacer frente a todos los avisos que recibe a diario. Por eso, los afectados han decidido «patrullar las fincas nosotros mismos», como han explicado en conversaciones con este periódico. «Ya tenemos un grupo de Whatsapp en el que comentamos cualquier nuevo saqueo o donde nos alertamos en caso de ver vehículos sospechosos», explican los damnificados, que se encomiendan a la tecnología para intentar frenar la situación.

Aunque cuentan con un guarda rural que vigila los campos, dicen que «no es suficiente». De hecho, el efectivo comunicó ayer a este diario que había vuelto a sorprender en plena sustracción al mismo grupo de personas al que ya sorprendió el martes por la mañana con el coche cargado de algarrobas. Ayer, Javier Albiol pudo dar aviso a la Guardia Civil, que identificó a los intrusos y los llevó a sus dependencias, según afirmó el guarda rural de Sant Jordi.

Afirma que muchos de ellos se desplazan a la provincia desde Cataluña. Esto se debe, según incide el vigilante rural, a que en la provincia vecina «les es más fácil revender el botín robado».

Entre los afectados por los hurtos hay quien acumula pérdidas de hasta 3.000 euros.