El homicida del Grao Antonio Tellado Gutiérrez, presunto autor de la muerte de Casimiro Díaz -conocido cariñosamente como Boni y suegro del agresor- en marzo del 2018 se enfrentará a otros 29 años de cárcel -además de la pena que pudiera serle impuesta en un futuro por el crimen- por presuntamente raptar, agredir sexualmente, maltratar a su expareja y grabarlo todo en vídeo.

La Fiscalía ha calificado ya los hechos acecidos unos días antes del homicidio y los juzgará en una causa independiente.

El Ministerio Público sostiene que Tellado, de 47 años y con más de una treintena de antecedentes, controlaba a quien era su novia y quebrantaba la orden de alejamiento que le impedía acercarse a ella. Ella lo aceptaba por miedo, según el escrito de acusación provisional al que ha tenido acceso este diario. La mujer temía a Tellado, «conocedora del pasado violento del acusado y ante los continuos amedrentamientos que sufría, en los que él amenazaba con matarla a ella o a su hijo menor de edad».

El 15 de marzo del 2018, estando ambos en casa, se inició una discusión entre Tellado y la víctima, en el transcurso de la cual él la cogió por el cuello. La mujer logró zafarse y aprovechó que el hombre salía de casa para cerrar con llave e impedirle la entrada.

MENSAJES Y AMENAZAS / Sin embargo, él comenzó a remitirle mensajes en los que le decía que acabaría con la vida de su hijo y, cuando se encontraron en la calle, la persiguió corriendo y gritándole hasta un bar en el que ella se refugió. La afectada no se planteó denunciar lo ocurrido por el «pánico» que sentía, mantiene el fiscal delegado de violencia de género, Francisco Sanahuja.

Dos días después, cuando la víctima regresaba a su domicilio, fue sorprendida por Tellado. Según el escrito de acusación, este la cogió y le dijo: «Si gritas, te rompo el cuello». La obligó, presuntamente, a salir a la calle y la condujo a la fuerza hasta la casa de un familiar, que estaba vacía.

Una vez allí, le quitó a la denunciante su móvil, la obligó a quitarse la ropa y la grabó en vídeo, mientras le daba puñetazos por todo el cuerpo, obligándola a realizar prácticas sexuales.

La mujer empezó a sangrar por el oído, ante lo cual Tellado no llamó a los servicios médicos. Según el fiscal, le aplicó agua fría y caliente y volvió a tener sexo con ella, que era presa del pánico.

Al día siguiente, el maltratador la cambió de ubicación y la llevó a otra casa, donde la mantuvo encerrada con llave, sin permitir que se comunicara con nadie.

La afectada pudo pedir ayuda a su familia y acudió a interponer una denuncia ante la Policía Nacional. Los agentes valoraron su caso como de riesgo extremo y la derivaron a un centro de protección. Tellado acudió un día después a buscarla, en busca de venganza. Como no la encontró, amenazó y agredió a los padres y la hija de esta. Su suegro se interpuso para defender a su nieta y Tellado lo apuñaló hasta matarlo.