Un vecino de Burriana, de unos 60 años, apareció ayer por la mañana muerto en su vivienda del número 28 de la calle Almesies. La víctima murió, al parecer, por un disparo de escopeta y fue su pareja quien lo encontró en el domicilio cuando regresaba de la peluquería. Así lo explicaron los vecinos del inmueble a este diario, todavía conmocionados por lo sucedido. «La mujer bajó las escaleras corriendo y muy alterada, diciendo que su marido estaba muerto. En pocos minutos esto se llenó de guardias civiles y vino el furgón funerario», dijo una de las residentes a este rotativo.

Efectivos de la Policía Judicial realizaron una minuciosa inspección ocular y miembros de Criminalística permanecieron en el ático hasta pasadas las 14.00 horas.

Aunque la investigación permanece abierta, entre las principales hipótesis está la de que el hombre acabara con su vida.