Los padres de la menor que fue atropellada mortalmente en Benicarló en septiembre del 2017 cuando esperaba al autobús en una parada de la N-340 han interpuesto una denuncia administrativa contra la Policía Local en el Ayuntamiento al considerar que tuvieron una actuación negligente la noche de la tragedia.

Pilar Alonso y Luis Dil, padres de la fallecida de 17 años, critican que los agentes municipales dejaran marchar al conductor del turismo que arrolló a la menor y a una amiga suya sin hacerle al hombre el test de drogas.

Sí le hicieron la prueba de alcoholemia --con resultado negativo-- y, cuando la joven murió en el hospital horas después, fueron a casa del conductor para practicarle el examen de drogas.

El resultado fue positivo por cocaína, pero el conductor alega que la había consumido tras el accidente de tráfico -el siniestro fue a las 22.30 y el examen se le practicó pasadas las 4.30 horas-. La ausencia de un resultado inmediato y las seis horas transcurridas hasta la prueba positiva dificultan la demostración de que el detenido pudiera ir drogado en el momento del trágico accidente.

«Ese hombre estaría en prisión ahora mismo si los policías locales le hubieran hecho el test cuando tocaba», asegura la madre de la víctima, que pide el «perdón público» de los agentes y que el consistorio tome cartas en el asunto para que «se depuren responsabilidades» por lo ocurrido.

UN TESTIGO

Según la familia de la fallecida, un testigo del accidente advirtió a los agentes municipales de que el conductor le había confesado, minutos antes, haber tomado drogas. «Sin embargo, no le hicieron caso y dijeron por la emisora que no era un accidente grave. Dos horas después mi hija murió en el hospital», lamentan los progenitores.

Tal y como refleja el documento presentado por la familia, al que ha tenido acceso este periódico, los agentes detuvieron al hombre como presunto autor de un delito de homicidio y otro de lesiones por imprudencia grave. La familia acusa a los policías en su denuncia administrativa de haber «incumplido los deberes y obligaciones legales inherentes a la función policial» y dicen que antes de morir la menor «las lesiones que las dos presentaban ya eran muy graves».

LA INSTRUCCIÓN, CERCA DE FINALIZAR

El caso del atropello mortal se instruye en Vinaròs desde hace ahora un año. Según ha podido saber este diario, el proceso está en su fase final y podría concluirse a principios del 2019. Una vez finalizada la instrucción, se aportarán los escritos de acusación y defensa y se señalará una fecha de juicio.

Por la muerte de la adolescente, el conductor puede enfrentarse a una pena de uno a cuatro años y por las lesiones a la otra joven a la que arrolló, de 21, podría ser condenado a cumplir de uno a tres. 300 personas se concentraron en la Ciudad de la Justicia de Vinaròs el pasado año para pedir el ingreso en prisión del hombre, que está en libertad.