De nuevo se sentará en el banquillo porque su sentencia va a ser revisada el próximo 13 de julio por los magistrados del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana. La condena de 27 años de cárcel a Samir B.M., de 22 años, por los delitos de asesinato e incendio será ahora analizada tras haber recurrido las acusaciones particulares y la Fiscalía, que pedían una pena mucho más elevada y también solicitaban que no se apreciara en el fallo la circunstancia atenuante de reparación del daño.

En la vista deberá estar presente el acusado, que será trasladado desde el centro penitenciario de Castellón hasta Valencia, así como todos los letrados y el fiscal. Todos ellos tendrán que exponer en la sala los motivos por los que debe ser revisada la condena y, posteriormente, los magistrados del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat deliberarán y emitirán un dictamen.

Cabe recordar que el juicio contra Samir B.M. causó una gran expectación en la provincia. Uno de los motivos era la edad del procesado y el otro, sin duda, la gravedad de los hechos: el asesinato de una madre, así como el hecho de haber quemado el cuerpo.

El joven se mostró en todo momento sereno e incluso llegó a derramar algunas lágrimas durante el juicio. Su versión estuvo llena de contradicciones y trató por todos los medios de echarle la culpa al novio de su madre, con quien había tenido desavenencias. Poco a poco, conforme fueron declarando los testigos, la versión del procesado quedaba reducida a un montón de excusas y lo que quedó claro es que había asesinado cruelmente a su madre, un hecho, al fin y al cabo, que no negó afirmando que todo había sido producto de un arrebato porque su progenitora, a la que acusó de ser adicta a las drogas, quería echarle de casa.

Su hermano mayor declaró delante de Samir y del jurado popular que su madre era una «magnífica» persona: «Ella siempre estaba encima de él. Solo quería que estudiara y que trabajara, como hemos hecho sus hermanos» Y desveló: «Un día fui a verle a la cárcel y con confianza me dijo que su plan era matarlos a los dos, a nuestra madre y al novio».

EL FALLO // Días más tarde, se hacía pública la sentencia de la Audiencia: 27 años de cárcel y pagar una indemnización de 260.000 euros a sus hermanos. El fiscalía pedía 34 años y la acusación particular solicitaba 45 años.

Ante este fallo, las acusaciones presentaron un recurso de casación. La clave reside en que Samir, antes del juicio, realizó a sus hermanos el ofrecimiento de donarles la parte que le correspondía en herencia del piso donde vivía con su madre. Precisamente, el domicilio de la calle Centelles de Vinaròs donde la asesinó y quemó, provocando un incendio que dio lugar al hallazgo por parte de los bomberos del cadáver.

Si merece más condena o si 27 años es lo justo, deberá ahora de decidirlo el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat.